Tragar mucho aire durante la alimentación, junto con la acción fermentativa de las bacterias intestinales pueden dar lugar a que se formen los incómodos gases en el aparato digestivo.

Flatulencia, hinchazón abdominal, eructos… Estas molestias pueden deberse a la acumulación excesiva de gases en el intestino, lo que se llama meteorismo.

Es totalmente normal la presencia de cierta cantidad de aire en el aparato digestivo, ya sea por el aire tragado, o por la acción de las bacterias del intestino que fermentan los alimentos digeridos, produciendo gases. Normalmente no tiene porqué haber problemas, pero puede que este gas intestinal no sea bien tolerado por el niño y empiecen las molestias. De hecho, en algunas personas la movilización del aire es más lenta de lo normal y se puede producir esa acumulación que provoca distensión abdominal. 

En el ámbito alimentario puede estar la clave para combatir este molesto problema.  

 

Causas y síntomas

El meteorismo se produce fundamentalmente por:

• Aerofagia: se traga demasiado aire durante la alimentación o existe una alteración de la respiración nasal, que lleva a hacer respirar por la boca (como las vegetaciones). Para minimizar esto, es importante que, en el caso del bebé, se procure una técnica alimentaria correcta. La buena succión, tanto en la lactancia natural como en la artificial, es esencial. En cuanto a niños más mayores, tendremos que cuidar su alimentación, intentando limitar ciertos alimentos y bebidas. 
• La acción de las bacterias intestinales: estas fermentan los hidratos de carbono y las proteínas de los alimentos produciendo principalmente dióxido de carbono e hidrógeno.

A causa de todo esto, podemos observar que nuestro hijo tiene el abdomen hinchado, comienza a quejarse de dolor más o menos intenso, presenta ruidos intestinales, retortijones o cólicos, así como expulsión continuada de gases, tanto por el recto (flatulencia), como en forma de eructos.

 

¿Qué alimentos tomar y cuáles evitar?

Como la alimentación es un factor muy importante del meteorismo, a través de la dieta podemos disminuir la formación de gases en el estómago o, por el contrario, favorecerla:

Es bueno tomar: 

• Frutas como la piña, el kiwi o la papaya.
• Yogur con bífidus, que son organismos vivos que equilibran la flora intestinal.
• Carne de pollo y el pescado. Sus proteínas se digieren mejor.
• Infusiones. Aunque siempre hay que consultar al pediatra sobre qué tipo de infusión le vamos a dar a nuestro hijo.

Hay que moderar el consumo de:

• Legumbres: las más flatulentas son las alubias, los guisantes y las habas.
• Las verduras de la familia de las coles: coles de Bruselas, coliflor, brécol…
• Rábano y cebolla crudos.
• Aguas carbónicas y bebidas gaseosas.

 

​Consejos útiles

• ¡Hay que moverse! Esto ayudará a movilizar el intestino y a que el cuerpo elimine los gases. Hay que procurar pasear después de comer en vez de tumbarse.
• Optar por los alimentos hervidos, al vapor, cocidos, a la plancha, al horno, en puré o rehogados. Son más digestivos.
• Comer despacio y con la boca cerrada, para que entre menos aire, así como masticar bien. La hora de la comida debe ser un momento relajado, las prisas interfieren en la digestión.
• Beber siempre en vaso, no directamente del envase ni con pajita. En el caso del biberón, procura que la tetina siempre esté llena de leche.
• Evitar mascar chicle.