Durante una separación se van a presentar muchas situaciones cotidianas difíciles, pero también una serie de actos puntuales que van a requerir una presencia de ambos padres, como un cumpleaños o la Navidad.

Nuestra forma de actuar dependerá de la situación en la que nos encontremos, hay exparejas que mantienen una relación cordial y otras que, en cambio, no pueden ni verse.

El pensamiento de reunificación de los padres tiene una larga persistencia en la mente infantil (aunque ambos padres hayan ya rehecho su vida en pareja con otras personas y tengan nuevos hijos con estas), es prudente no abusar de estas “reunificaciones artificiales” en fiestas señaladas, ya que acabarían confundiendo al niño sobre la situación real de sus padres; aunque esto no priva que, puntualmente, en una fiesta familiar (por ejemplo, el día de Navidad), estén juntos ambos padres, con la presencia de abuelos, tíos, primos, etcétera.

 

Consejos para padres separados en Navidad*

• Si gozas de una custodia compartida y mantienes un buen entendimiento con tu ex cónyuge podéis pasar juntos las fiestas con vuestro hijo/os que podrá encontrar como “más natural” la presencia física de ambos padres en la fiesta. Pero siempre recordar que no es bueno abusar de estas reunificaciones pues pueden confundir al niño sobre vuestra situación real.
• Cuando se trata de una custodia individual parece de sentido común que el niño pase las fiestas preferentemente con el progenitor encargado de su custodia, que es quien más tiempo convive con el niño; lo cual no priva que el otro progenitor también tenga la posibilidad de contar con el hijo en estas fiestas tan señaladas.
• Lo que nunca debe hacer uno de los padres es ser totalmente excluyente con el otro, vetándole que pueda estar con el hijo en las fechas que haya previamente solicitado: como en todos los casos de separación, dependerá del buen entendimiento que tengan entre sí los ex cónyuges.
• Hay que tener bien presente que la Navidad es una invitación a la paz y al perdón entre las personas que están distanciadas y no tienen una mínima relación. Y los hijos agradecen mucho ver los pasos que realizan sus progenitores para que sean unas fiestas en paz y en concordia. El hecho de perdonar hace que los padres se sientan libres de volver a sentir las vivencias dolorosas de la separación, es decir: quedan libres del resentimiento.    

 

*Por el Dr. Paulino Castells. Paidopsiquiatra experto en temas de familia y autor del libro Separarse bien. Pensando en los demás y en uno mismo. Espasa Calpe (2005).