Es rica en proteínas de buena calidad y, a diferencia de los cereales, contiene todos los aminoácidos esenciales. Entre los más interesantes se encuentran la lisina, arginina e histidina, esenciales para el desarrollo durante la etapa infantil.

A diferencia de las legumbres, contiene metionina y cisteína, aminoácidos azufrados imprescindibles para el buen estado de la piel, tendones y ligamentos.

Además, cabe destacar su aporte en hierro, calcio, fósforo y vitaminas del grupo B, especialmente la B2 y la B9.

Su riqueza en vitamina E hace que sea un alimento potencialmente antioxidante.

Su contenido en fibra dietética es superior a la mayoría de cereales, por lo que es buena aliada para combatir el estreñimiento.

Su perfil graso es también destacable. La gran mayoría de grasas que contienen son poliinsaturadas. Los ácidos linoleico y linolénico se consideran ácidos grasos esenciales, ya que no los puede fabricar el organismo.

Por último, la quinua puede ser un alimento muy útil en las dietas de las personas con enfermedad celíaca, porque no contiene gluten.

 

Su preparación

Su sabor recuerda bastante al arroz integral, pero su textura es más fina, parecida al cuscús.

La ventaja que nos ofrece es su gran versatilidad, ya que ofrece varias maneras de prepararse.

Se cuece como el arroz y se puede mezclar con verduras, carnes o pescados. También queda deliciosa en sopas, cremas y ensaladas.

 

Pasos para su correcta elaboración

• Lávala en agua fría para eliminar los restos de impurezas que tiene (no dejar en remojo).

• Viértela en una cazuela con agua hirviendo y una pizca de sal. La proporción adecuada es de 3 veces el volumen de agua que de quinua. También se puede cocer en caldo vegetal y añadir aromatizados con hierbas.

• Déjala en cocción durante 10-12 minutos aproximadamente, con un hervor suave y sostenido.

• Pasado el tiempo, retírala y tápala para que repose durante 10 minutos más. La quinua debe absorber toda el agua.

 

RECETAS CON QUINOA

QUINOA CON VERDURAS

Ingredientes para 4 personas: 250 gramos de quinoa, 1 cebolla, 1 zanahoria, 200 gramos de calabacín, 1 pimiento rojo, 1 pimiento verde, 100 gramos de espárragos trigueros, 2 dientes de ajo, 6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra y sal.

Elaboración: lava todas las verduras y corta en cuadraditos regulares. Sofríe con aceite de oliva a fuego moderado, para que se cocine bien la superficie, pero que su interior quede al dente. Después, sálalas al gusto y resérvalas.

En una cazuela rehoga la quinoa con una cucharada de aceite y cúbrela con agua. Añade un poco de sal y tapa. Aumenta el fuego hasta que rompa a hervir. Después, baja al mínimo y espera 10 minutos para que la quinoa se cocine hasta consumir todo el líquido.

Una vez cocinada, colocar en el plato como base y colocar sobre ella el sofrito de verduras.

 

ENSALADA MARINADA DE QUINOA

Ingredientes para 4 personas: 250 gramos de quinoa, 1 tomate, 1 cebolleta, 100 gramos de calabacín, 50 gramos de pasas de Corinto, 2 cucharadas de vinagre, 6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra y sal.

Elaboración: lava bien y pica bien finito las verduras. Aliña con el vinagre, aceite y sal durante aproximadamente 20 minutos. Pasado el tiempo, cuece la quinoa con agua hirviendo, un poco de aceite y sal al gusto durante un cuarto de hora. Después, escúrrela y mézclala con las verduras marinadas. Servir al momento.

 

SOPA DE QUINOA Y ESPINACAS

Ingredientes para 4 personas: 125 gramos de quinoa, 125 gramos de acelgas fresca, 1 zanahoria, 1 cebolla, 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra y sal.

Elaboración: limpia bien las verduras y trocéalas muy pequeñas, si es posible con un robot de cocina. En una cazuela hiérvelas junto con la quinoa durante 20 minutos aproximadamente. Antes de servir el plato añadir la sal y el aceite de oliva.

 

RISOTTO DE QUINOA

Ingredientes para 4 personas: 250 gramos de quinoa, 1 cebolla, 150 gramos de espárragos, 100 gramos de brotes de soja, 1 pimiento rojo, 1 pimiento verde, 1 cucharada de aceite de oliva virgen, 2 dientes de ajo, sal y agua (1 litro).

Elaboración: lava la quinoa bajo un chorro de agua fría.  Lava y corta a trocitos pequeños la cebolla, pimientos y ajos. Póchalos a fuego suave. Después añade los espárragos troceados. Seguidamente, sube la intensidad del fuego y rehoga la quinua. Ves removiendo con una espátula. Cuece durante 20 minutos a fuego suave. Una vez cocido todo el conjunto, añade los brotes de soja.

 

Lo que no sabías sobre la quinoa

• Aunque muchos lo piensen, no es un cereal. Aunque se le parece, por eso la encontramos en los supermercados junto al arroz integral, avena, espelta, cebada, mijo, maíz, centeno o trigo.

• Pertenece a la familia de las quenopodiáceas como las espinacas, acelgas y  remolacha, pero se compara con los cereales por su composición y su forma de comerlo. 

• De esta planta se aprovecha tanto sus semillas (quinoa) como sus hojas, que se consumen como cualquier otra verdura.

• Es una semilla considerada pseudocereal. Los granos suelen cocinarse como el arroz o bien, utilizarse tostados para la elaboración de harina.

• Se cocina más rápido que los cereales y si no se lava antes de ser cocinada deja un característico sabor amargo.

 

¿De dónde ha salido la quinoa?

La quinoa es una planta que crece en los alrededores del lago Titicaca (Perú y Bolivia). Fue cultivada y consumida por las civilizaciones prehispánicas, pero a la llegada de los españoles se reemplazó por los cereales, aunque hoy día aún representa un alimento importante en la alimentación de los pueblos quechua y aymara de las zonas rurales de la región andina de América del Sur.

Su producción se ha triplicado en los últimos años por sus interesantes propiedades nutricionales. Actualmente la encontramos en más de 70 países.