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10 claves para alimentarles en verano Alimentación

10 claves para alimentarles en verano

Una nutrición adecuada es fundamental en todas las etapas de la vida, pero en la infancia aún más. ¡No bajes la guardia en la época estival!

Independientemente de la época del año, la dieta de los niños debe ser variada y sana. Pero con la llegada del calor y las vacaciones, despistarse un poco en cuanto a horarios es habitual. Además, los niños pueden rechazar unos alimentos y demandarnos otros no tan saludables.

Sin embargo, para evitar grandes desequilibrios solo debes tener en cuenta determinadas consideraciones. Así podrás lograr que su alimentación estival sea correcta.

 

Todo lo que necesitan

Cada tipo de alimento aporta a nuestros hijos unos beneficios o perjuicios y se encarga de cubrir unas u otras necesidades.

  • Proteínas: en la infancia la necesidad de proteínas es mayor que en la edad adulta. Son imprescindibles para el correcto funcionamiento celular, por lo que influyen en el crecimiento. Se dividen en las de origen vegetal y las de origen animal. Así, las podemos encontrar desde en las carnes, los huevos, los pescados, los mariscos o los moluscos hasta en la leche, las legumbres o los frutos secos. Pero, por ejemplo, hay que tener cuidado con el consumo de embutidos como el salchichón o las salchichas, porque, además de tener muchas proteínas animales, también tienen una alta proporción de grasa saturada.
  • Hidratos de carbono: su papel es fundamentalmente energético y también se dividen en dos grupos: simples (azúcar, miel, mermelada, pasteles…) y complejos (pan, arroz, pasta, legumbres y patatas). Ambos son necesarios en una buena alimentación, aunque los complejos mantienen unos niveles de glucosa en sangre más uniformes y continuos, con lo que nos ayudan a que el nivel de energía permanezca adecuado durante más tiempo.
  • Grasas: las saturadas se encuentran principalmente en los alimentos de origen animal (excepto las grasas de los pescados) y también en los aceites vegetales de palma y de coco. Las insaturadas (se encuentran en alimentos de origen vegetal y en los pescados azules) son más beneficiosas para el organismo, porque no aumentan el colesterol “malo”, y entre ellas se encuentran los ácidos grasos Omega-3. Estos son fundamentales para el desarrollo cerebral del niño.

 

10 claves de cara al verano

  1. Mantén en lo posible las rutinas de alimentación realizando cinco comidas al día, sin olvidar desayunos y meriendas. La ingesta de media mañana y media tarde pueden ser más ligeras, pero no se deben suprimir. Además, hay que intentar que no se compongan de snacks poco saludables con aportes energéticos innecesarios y escaso valor nutricional. El desayuno sigue siendo igualmente importante que durante el resto del año; es la primera comida del día y tiene que proporcionar a los niños la energía que necesitan para comenzar la jornada.
  2. Intenta que la dieta siga siendo equilibrada, con la proporción adecuada de principios inmediatos, es decir, que se componga de un 55 por ciento de hidratos de carbono (pasta, pan, arroz, patatas o cereales), 25 por ciento de grasas (con una acertada proporción entre las de origen vegetal y animal) y 20 por ciento de proteínas.
  3. Evita abusar de precocinados y de la comida rápida. Durante los días de vacaciones nos apetece menos cocinar, pero hay que hacer un esfuerzo. Su salud te lo agradecerá.
  4. Aprovecha para darle frutas y verduras de temporada. Están en su punto y son alimentos imprescindibles para una dieta sana.
  5. Extrema la precaución en la conservación de alimentos, sin romper la cadena de frío, especialmente aquellos cocinados con huevo.
  6. Aprovecha ahora que tienes más tiempo para comer en familia e implicar a tus hijos en la compra y preparación de los alimentos.
  7. Si sales de viaje, motiva a los niños para que prueben alimentos y recetas diferentes a las que están acostumbrados.
  8. En los días de más calor no olvides ofrecerles frecuentemente líquidos, preferentemente agua o zumos naturales. También, para aumentar su ingesta de líquidos una buena opción son las sopas frías, tipo vichyssoise, o un gazpacho ligero.
  9. Haz comidas ligeras y evita que realicen un exceso de ejercicio físico después de comer.
  10. Dale de comer más frecuentemente y en cantidades más pequeñas que el resto del año. No olvides que las necesidades calóricas disminuyen en verano, lo que supone que los niños reclaman raciones menores.