Niños zurdos Niño
Observar al niño en su día a día facilitará que los padres detecten esta condición y colaboren más precozmente en su desarrollo.
El hecho de que un niño se maneje con las extremidades izquierdas no implica obstáculos insalvables ni problemas graves para un desenvolvimiento con normalidad. Sin embargo, los niños zurdos aún se encuentran con muchos retos en el día a día, para los que requieren apoyo y comprensión. Por eso, a menudo los padres se plantean cuáles son los motivos por los que su hijo es zurdo y cómo pueden descubrir que realmente lo es en las primeras etapas de la vida.
Posible origen genético
Algunas investigaciones sostienen que en la tendencia a utilizar las extremidades izquierdas puede existir algún factor genético, que hay una predisposición a heredar la zurdera. De este modo, un hijo de padre y madre zurdos puede tener un 50 por ciento de probabilidades de ser igualmente zurdo.
Pero donde sí hay acuerdo general es en las causas neurológicas de este fenómeno, en las que el cerebro desempeña un papel fundamental para condicionar que la persona utilice más su mano derecha o su mano izquierda. Es la denominada lateralidad.
En un porcentaje significativo de la población están más desarrolladas las áreas del lenguaje y otras funciones del hemisferio izquierdo. Y esto ya se advierte a nivel cerebral a partir del sexto mes de gestación, según algunos estudios. Para algunos, cuando el feto de unas diez semanas prefiere chuparse el dedo pulgar de la mano izquierda en lugar de la mano derecha, tendrá una mayor tendencia en un futuro a utilizar dicha mano (aunque esta acción puede que no sea más que un simple reflejo sin más trascendencia). Hacia el séptimo mes de vida ya suele existir una preferencia manual del bebé en ámbitos como comer o señalar. Sin embargo, es habitual que hasta los dos o tres años, los pequeños usen ambas manos indistintamente.
Obsérvale a partir de los dos años
A partir de los dos años podemos intuir si el niño es zurdo con la mera observación de su tendencia general al coger las cosas o en detalles como limpiarse con la mano izquierda o dar una patada a un balón con el pie izquierdo. Sin embargo, no será hasta los cuatro o cinco años cuando esa preferencia se consolide de una forma más clara, lo que no impide que se sigan realizando ciertas actividades con la mano derecha. Además, hay que tener en cuenta que también es posible ser zurdo de mano y no de pie o de ojo, o puede incluso que el niño no haya madurado suficientemente su lateralidad y no podamos constatar cuál es su lado dominante. Por otra parte, no podemos olvidar la posibilidad de que finalmente nos encontremos ante un caso de niño ambidiestro (usa indistintamente una y otra parte de su cuerpo).
Facilitarle el día a día
Desde que el niño va mostrando su preferencia por ser zurdo, nos iremos dando cuenta que en el día a día se va a encontrar con algunos obstáculos. Es conveniente facilitarle el desenvolvimiento en una sociedad donde los diestros encuentran más “comodidades”.
- No fuerces su lateralidad: cuando se obliga a un niño zurdo a utilizar la mano derecha, de alguna manera se le está dificultando el aprendizaje, pues llevará a cabo sus tareas con menos facilidades y se cansará antes. Además, es más probable la aparición de ciertos trastornos en la escritura, tartamudez y dificultad para diferenciar la derecha de la izquierda.
- Trabaja “en espejo”: si eres diestro, colócate frente al niño y podrás guiarle para que se cepille los dientes correctamente o utilice los cubiertos por imitación. El niño acompañará los movimientos igual que lo haría la imagen de un espejo.
- Enséñale cómo colocarse en el aula: cuando en la clase haya pupitres dobles, el niño zurdo se colocará al lado izquierdo, para evitar chocar su codo con el del compañero diestro o bien se sentará junto a otro niño zurdo. Además, hay que vigilar que coja el lápiz adecuadamente para que no doble la muñeca hacia el interior (la conocida posición de la “mano en gancho”) y evitar que lo sujete desde muy abajo y apriete con mucha fuerza. También se debe colocar el cuaderno ligeramente inclinado hacia la derecha cuando vaya a escribir.
- Proporciónale los instrumentos adecuados: tales como tijeras con el filo invertido (la cuchilla derecha siempre queda por debajo de la izquierda), cuadernos con la espiral en la parte superior para favorecer la correcta postura, sacapuntas con la cuchilla en sentido contrario a los que usan los diestros (se toma el lápiz con la izquierda y se gira en sentido contrario a las agujas del reloj), reglas con los números impresos de derecha a izquierda con la finalidad de facilitar su utilización, teclados del ordenador con las flechas de desplazamiento y las teclas con números a la izquierda, etcétera.
Noelia
Tampoco es todo cierto lo que contais aqui de las personas zurdas. Yo soy zurda y mi hija de 4 años tambien y utilizamos el teclado de ordenador y raton de la misma forma que lo hace un diestro. No tartamudeamos ni nada parecido. Tampoco escribimos con la mano en forma de gancho. Informaros bien antes de escribir chorradas como estas. Por lo general los zurdos tenemos la facilidas de usar las dos manos cosa que los diestros no son capaces de hacer. Los diestros son solo diestros y los zurdos somos zurdos y ambidiestros. Un saludo.
Mi Pediatra
Estimada Noelia: Indudablemente existen muchas personas zurdas que usan indistintamente las dos extremidades y que son perfectamente válidas con ambas. Este artículo va dirigido a la detección de la zurdera, que se hace en la época preescolar. A lo que se refiere este artículo es a que no se debe forzar la lateralidad de un niño pequeño que muestre preferencia por usar más las extremidades izquierdas que las derechas. Algo que hace años se hacía, ocasionando problemas de aprendizaje a estos niños e incluso problemas psicológicos. En cuanto a los posibles problemas que se citan, como la tartamudez, son inconvenientes que pueden suceder; esto no significa que ocurran en el cien por cien de los casos, pero que no sean la norma no quiere decir que no existan. Como siempre, el arma más eficaz que tenemos para luchar contra ellos es la prevención, en este caso la prevención pasa por respetar la tendencia innata de cada niño y no obligar jamás ni forzar algo que le puede ocasionar problemas. Probablemente con el tiempo adquiera por si mismo habilidad con ambas extremidades, pero si no lo hace tampoco supone un problema insalvable o que no le permita desenvolverse con normalidad. Esta información está elaborada por psicopedagogos y pediatras expertos en el tema. Reciba un cordial saludo.