Está en

Niño | 2 a 6 años | Prevenir ahogamientos

Prevenir ahogamientos Niño

Prevenir ahogamientos

En el agua nunca podemos perderlos de vista porque el peligro de que se ahoguen es muy alto.

De todas las urgencias, el ahogamiento es la más dramática. En pocos minutos puede quitar la vida de un niño en perfecto estado de salud o dejarle con lesión importante, quedando para sus familiares un eterno sentimiento de culpa por un accidente probablemente evitable siguiendo las más elementales reglas de prudencia.

Es importante tener en cuenta que, aunque un niño puede conocer las técnicas de flotación, necesita una adecuada supervisión de un adulto en todos los lugares de natación, ya que más de la mitad de los ahogamientos se producen en piscinas y de estos la mayoría en piscinas privadas. Se ve claramente la importancia del papel que tienen los padres en la prevención de estos accidentes. Además, toda persona que disponga de una piscina debería estar familiarizada con las técnicas de reanimación básicas.

 

Mucha vigilancia

  • Vigila al niños que nada o juega en o cerca del agua. Los adultos no deben estar ocupados en ninguna otra actividad que los distraiga (lectura, hablando por teléfono, etcétera) y jamás debemos dejar a un niño solo si hay agua cerca.
  • En el mar o en la piscina, equipare a los niños pequeños con manguitos o, aún mejor, con un chaleco salvavidas. Es mejor evitar los flotadores, con los que corren el riesgo de volcar.
  • Ten en cuenta que recibir clases de natación desde pequeños no evita el riesgo de ahogo.
  • Saca los flotadores, las pelotas y otros juguetes de la piscina y sus alrededores inmediatamente después de usarlos, ya que su presencia puede invitar a los niños a entrar en el área de la piscina.
  • Hay que enseñar a los niños que nunca deben correr, empujar o saltar a las piscinas. Si en la piscina hay toboganes, deben tirarse siempre con los pies por delante, jamás con la cabeza.
  • En la playa, es necesario enseñarles el significado del color de las banderas y a obedecer las advertencias.
  • Finalmente, es importante que sepan renunciar a la inmersión, o abandonar rápidamente la misma si notan algún malestar.

 

¿Cómo actuar ante un posible ahogamiento?

  • Rescatar a la víctima. Si el niño se encuentra dentro del agua, es importante la rapidez en la llegada al lugar del siniestro. Hay que tratar de mantener al niño en posición horizontal. La cabeza debe estar a la misma altura que el tronco. En playa inclinadas, colocar al niño paralelo a la costa.
  • Aplicar Reanimación Cardiopulmonar Básica (RCP). Comprobar que el niño respira y retirar cualquier cosa que obstruya la boca o la nariz. Se iniciarán inmediatamente las maniobras de reanimación, que consisten en la ventilación boca a boca o boca-nariz que se debe iniciar efectuando cinco insuflaciones de rescate, durante las cuales debe observarse el ascenso y descenso del tórax del niño. Las insuflaciones deben ser lentas, de un segundo de duración aproximadamente. El reanimador debe coger aire antes de cada insuflación para mejorar el contenido de oxígeno del aire espirado. Mientras se efectúa la ventilación es fundamental mantener una adecuada apertura de la vía aérea, y mantener un buen sellado de la boca del reanimador con la boca o la boca y la nariz del niño para evitar que escape aire alrededor. Si la persona que realiza la reanimación no es personal sanitario entrenado, realizará 30 masajes cardiacos y luego dos ventilaciones (da igual que sea un lactante, niño o adulto), e indistintamente que sean uno o dos reanimadores. Tras realizar 30 compresiones torácicas se abrirá la vía aérea, se realizarán dos insuflaciones y a continuación se volverán a dar 30 compresiones torácicas. Se deben mantener las maniobras de RCP básica hasta que llegue ayuda o durante un mínimo de 30 minutos si el ahogamiento se ha producido en aguas templadas y durante 45-60 minutos si se ha sido en aguas frías (0-15 grados centígrados), dado que están descritas recuperaciones en casos de sumersiones prolongadas pasados cuarenta o más minutos. No hay que rendirse durante la reanimación porque el niño esta muy pálido, frío y sin respiración.
  • Calentarlo: es muy importante prevenir la pérdida de calor corporal, para ello aplicaremos medidas simples como quitarle la ropa mojada al niño, protegerle de las corrientes de aire, secarlo y taparlo con cualquier material (toallas secas, ropa nuestra seca, etcétera).
  • Acudir al hospital: cuando el niño se recupere deberá ser trasladado al hospital, en especial todos los niños que hayan sufrido pérdida de consciencia.