Produce inflamación y enrojecimiento de la piel y tiene un tratamiento difícil, por lo que es fundamental evitar que aparezca, mediante mucha higiene y poniendo mucho cuidado en cada cambio.

La piel del bebé es más fina y delicada que la del adulto y varios factores pueden atacar la barrera epidérmica y deteriorarla: el descuido de su higiene, que conlleva una excesiva humedad y el contacto prolongado con las heces (son irritantes); la fricción con el tejido del pañal (sobre todo si lleva materiales plásticos), los residuos de jabones y detergentes, las cremas inadecuadas… A consecuencia de ello, deja de cumplir su misión protectora y es entonces cuando puede hacer su aparición la dermatitis del pañal. Además, la propia piel del bebé puede tener tendencia a la inflamación, como es el caso de los niños que padecen dermatitis atópica o psoriasis

Actuar a tiempo 

Un bebé con dermatitis del pañal tiene la partes convexas de la piel que cubre el pañal de un color más o menos rojo con los bordes difusos. Por el contrario, los pliegues están libres de lesión, al no contactar con la orina y heces tan intensamente. Así, el aspecto de la dermatitis dibuja una letra “W”. Si se frena en este instante la enfermedad, todo queda en un enrojecimiento de mayor o menor intensidad. Pero si el proceso se agrava, pueden presentarse otras lesiones: zonas elevadas firmes al tacto de menos de un centímetro de tamaño, vesículas, puntos de pus, e incluso ulceraciones. Además. cuando las lesiones son profundas, pueden dejar cicatrices.

Claves para evitarla

• Baña al bebé a diario solo con agua tibia o con un limpiador suave o aceite de baño.
• Tras el baño, seca bien la zona cubierta por el pañal, con toallas suaves, pero sin frotar.
• Aplica en la zona una crema protectora, las denominadas cremas barrera, que, además, regeneran la piel.
• Utiliza pañales extra absorbentes y, preferiblemente, realizados con fibras de origen natural como la celulosa. Algunos incluso incorporan aceites esenciales que ayudan a cuidar mejor la delicada piel del bebé.
• Cambia frecuentemente el pañal. Evita el uso de braguitas de plástico que contribuyen a incrementar la oclusión de la zona y la fricción cutánea.
• Nunca uses polvos de talco. Son un agente destructor del manto lipídico de la piel y, si ha aparecido la dermatitis, pueden empeorarla.
• Alimenta al bebé con lactancia materna, ya que parece ser que disminuye el pH de las heces, uno de los factores que influyen en la dermatitis del pañal.