¿Cuánto dormirá?

El recién nacido duerme entre 16 y 20 horas al día, alternando fases de sueño de una a cuatro horas, seguidas de una a dos horas despierto. Más tarde irá alargando las horas de sueño nocturno hasta adoptar un ritmo parecido al de los adultos a los pocos meses, soportando bien seis u ocho horas sin comer.

 

¿Qué horarios de tomas al pecho hay que seguir?

Al principio las tomas serán muy irregulares, cuando el niño las pida, luego él mismo las regularizará, a partir de los 7-10 días. Cuanto más succione mejor, pues esa succión produce el estímulo para la síntesis de leche. A los pocos días o semanas el niño aguantará intervalos de unas tres horas, y sobre el mes empieza a aguantar más por las noches (“pausa nocturna”).

 

¿Puede beber agua?

No es necesario ofrecer agua a los niños que están con lactancia materna. Sin embargo, en climas cálidos y especialmente en los meses de más calor algunos recién nacidos pueden beneficiarse de pequeños aportes de agua extra.

 

¿Cada cuánto se debe pesar al bebé?

Se puede hacer un seguimiento del peso con la frecuencia que se desee, aunque conviene recordar una serie de aspectos: lo primero, la ganancia de peso no siempre es lineal, es decir, a veces habrá incrementos mayores o menores. Segundo, el ritmo no siempre va a ser el mismo en todos los niños: se aceptan como normales ganancias entre 150 y 250 gramos a la semana al principio, pero luego desciende. Y tercero, siempre se debe consultar con el pediatra antes de tomar ninguna solución “drástica”, como retirar el pecho.

 

¿Cómo calmar los cólicos?

Los cílocos son cuadros de dolor abdominal debidos a la retención de gases en el intestino. Estos gases se ingieren con el llanto, al deglutir aire en las tomas o al no ser expulsados tras ellas. Para prevenirlo es recomendable hacerle al niño masajes abdominales suaves, antes de las tomas. Se puede intentar también que tome despacio (esto es bastante más difícil) y hacer una pausa a mitad de toma para que expulse los gases. También es útil ser insistente e intentar que expulse los gases incluso varias veces, tras la toma.

 

¿Cómo son sus deposiciones?

El primer y el segundo día de vida, el bebé expulsará una sustancia llamada meconio, de color negro. Después sus deposiciones serán color amarillo-mostaza y su consistencia más floja, pudiendo hacer una incluso tras cada toma. Posteriormente, con cada cambio de alimentación, las deposiciones pueden variar en color, frecuencia y consistencia, y tendrá ritmos de entre tres al  día y una cada 1-2 días.

 

¿Cómo debo bañarle?

El baño es sanísimo. Debe ser diario y desde el primer día de vida, ya que la presencia del cordón no lo impide, la única precaución es que no se moje en exceso y luego secarlo bien. Es importante comprobar que el agua está a unos 35 grados centígrados y que el cuarto donde se baña esté al menos a 21 grados centígrados, para evitar cambios bruscos de temperatura. Bañarlo por la noche ayudará a que el niño se relaje para dormir y es un momento de enorme diversión a partir de los cuatro-seis meses de edad.

¿Qué ropa le pongo?

Amplia, cómoda, fácil de poner y quitar, y por supuesto sin costuras o botones. Se debe evitar la presencia de lazos o cintas que puedan oprimir al niño o ser un riesgo de asfixia. Es recomendable usar jabones neutros para el lavado de la ropa y cambiar aquellas prendas que le puedan irritar la piel. Lo importante es que el bebé esté cómodo y seguro.

 

¿Qué juguetes se le pueden dar?

Sólo los que sean aptos para su edad. Cualquier objeto o juguete que no sea adecuado es potencialmente peligroso, pues puede tragarlo o lesionarse con él sin darse cuenta. Mucho cuidado con las sortijas, pendientes y otros adornos, que pueden soltarse y ser peligrosos.

 

¿Puedo sacarle a pasear?

Los paseos son muy recomendables, pero antes hay que proteger al bebé del frío, pero también del sol y del calor. Su piel es muy fina y se deshidrata y quema con facilidad, así que es tan malo la falta de abrigo como el exceso.

 

¿Cuáles son signos de alerta para sospechar alguna enfermedad?

Un bebé sano debe tener siempre un buen color (sonrosadito), buen tono o fuerza muscular y succión (debe tener apetito y tomar bien). Estos aspectos (color, tono y succión) son los que cuando fallan nos ponen en aviso de que quizás algo no vaya bien. Como siempre, ante cualquier duda, lo ideal será siempre consultar con un pediatra o acudir a un servicio de urgencias.