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9 consejos para acabar con la depresión posparto

El estado depresivo tras el parto suele iniciarse unos tres días después de dar a luz y se manifiesta como un estado de ánimo triste que normalmente se acompaña de llanto, confusión, fatiga, irritabilidad, inseguridad, insomnio…

Tener un hijo es uno de los momentos más felices para cualquier mujer.  La nueva vida junto con nuestro bebé puede ser muy gratificante y emocionante, pero esta nueva situación también es difícil, estresante y consume muchas de nuestras energías. Estar preparada físicamente para el parto es vital, pero no debemos descuidar nuestra preparación psicológica y emocional.

 

¿Qué es la depresión posparto?

Se estima que el 80 por ciento de las madres sufren depresión posparto; este estado se caracteriza por una serie de cambios físicos y emocionales que se producen tras dar a luz. Tristeza, ansiedad, temor, confusión, dudas, perdida de apetito, desbordamiento e insomnio son algunas de los síntomas que se pueden experimentar. Según su intensidad y duración se puede hablar de tres tipos de depresiones:

  • El estado depresivo normal: se presenta alrededor del tercer día tras dar a luz y tiene una duración corta. Es el estado más común y el que padecen la mayoría de las mujeres.
  • La depresión puerperal: sus síntomas aparecen hacia la sexta semana del puerperio y empeoran normalmente al final de día. En este tipo de depresión suele ser necesaria la ayuda de un profesional como un psiquiatra o psicólogo.
  • La psicosis puerperal: es un cuadro psiquiátrico más grave y pueden incluso darse situaciones en las que la madre es incapaz de atender a su hijo. Suele producirse en personas que ya presentaban problemas psíquicos antes del embarazo.

 

¿Por qué se produce?

En la depresión “normal” (las demás son más graves e influyen otros factores como anteriores depresiones) entran en juego diversos factores que se presentan los primeros días tras el parto. En primer lugar, cabe destacar los cambios físicos que se producen en el cuerpo de la mujer y la ruptura del equilibrio hormonal: las alteraciones en los niveles de estrógenos, progesterona, prolactina y cortisol son en gran medida las culpables de que las mujeres padezcan este estado depresivo alrededor del tercer día tras el parto.

Pero, además, influyen otros factores como los problemas físicos o molestias (pérdida de sangre, episiotomía, fatiga, etcétera) que pueden causar malestar y ansiedad.

Por otra parte, influyen aspectos emocionales de diversa índole:

  • La pérdida del embarazo: muchas mujeres sienten que ya no son el centro de todo y que la atención tanto de los demás como de ella misma va dirigida ahora hacia el bebé, que pasa a ser el protagonista.
  • Los problemas del parto: no siempre el parto cumple las expectativas de la embarazada y en los casos en los que el parto ha sido por cesárea o instrumental (fórceps), el niño ha sido prematuro, etcétera, la madre puede sentirse defraudada o culpable de la situación.
  • La alimentación del bebé: el desarrollo de la alimentación puede influir en las relaciones madre-hijo. La mujer puede sentirse culpable si su bebé no desarrolla la lactancia de la manera adecuada.
  • El propio bebé: no todos los niños son iguales, unos facilitan las cosas a la madre y otros no tanto. Muchos niños son dormilones y se quedan dormidos nada más iniciar la lactancia, esto puede causar frustración en la madre. También influye si el bebé ha tenido algún problema y la madre es dada de alta mientas que el niño debe permanecer en la clínica.
  • La relación con el entorno: el tipo de relación con el padre y con el entorno también puede ocasionar depresión.

 

9 consejos para acabar con la depresión posparto

  • Déjate ayudar: nadie nace sabiendo, no lo quieras hacer todo sola y pide ayuda. No te expongas a demasiados esfuerzos y perdónate, lo que te pasa es normal, no te sientas culpable.
  • No intentes ver la vida de color de rosa: asume que no existe el niño perfecto, ni el parto perfecto, ni el entorno perfecto, adáptate a las circunstancias que te han tocado, disfruta de tu hijo y perdona también los errores de los demás.
  • Descansa bastante: aprovecha para dormir la siesta cuando el niño te lo permita.
  • Habla sobre tus sentimientos: con tu pareja, familiares, otras madres, etcétera.
  • Aliméntate de una manera adecuada: las verduras, las ensaladas, las frutas y la leche son alimentos muy adecuados para tu estómago en estos momentos. Ahora necesitas todas tus energías, no dejes de comer y aparca las dietas para más adelante.
  • Encuentra tiempo para disfrutar con tu pareja: no solo eres madre, sino también mujer.
  • No seas muy crítica contigo misma ni con tu pareja: aunque él no halla soportado ni el embarazo ni el parto no quiere decir que la nueva situación le sea fácil.
  • No temas consultar con el médico si estás preocupada.
  • No pases mucho tiempo sola: no estés todo el día encerrada en casa. Pasear puede relajarte.