Está en

Bebé | 0 - 9 meses | Consejos para elegir un cambiador

Consejos para elegir un cambiador Bebé

Consejos para elegir un cambiador

Es un elemento muy útil del mobiliario infantil y cada vez cuenta con unos diseños más cómodos y prácticos. Pero hay que fijarse en ciertos detalles para elegir el más adecuado.

Debe ser ligero y estable, y contar con una altura adecuada que permita que la persona que cambia al bebé pueda estar de pie y no tenga que inclinarse. Y hay que asegurarse de que las esquinas son redondeadas y no tienen aristas que puedan lastimar al bebé.   

Es más práctico, sobre todo por el ahorro de espacio, adquirir un modelo multifuncional, es decir, que sirva al mismo tiempo de cambiador y bañera (normalmente se pasa de una función a otra mediante una tapa que se coloca encima de esta), y, además, de mueble con varios departamentos y cajones para guardar los diversos objetos de higiene del bebé.

Algunos modelos constan de una mesa con patas altas que puede colocarse encima de la bañera o de la cuna. Otros tienen ruedas, para poder desplazarlos desde la habitación del bebé al baño, por ejemplo. En este caso hay que prestar especial atención a la estabilidad.

La longitud y anchura dependen de la edad del bebé. Para los que tienen menos de un año, deberá tener una anchura de 38 centímetros y una longitud de 65 centímetros aproximadamente. A partir de los doce meses de edad su superficie de apoyo debe oscilar entre unos 55-60 centímetros de ancho hasta unos 75-80 centímetros de largo.

En la superficie superior tiene que incluir un reborde elevado para que el niño no pueda agarrarse al quererse poner de pie, volcándolo. De hecho, los bordes de seguridad son una de las exigencias de la normativa europea al respecto.

 

Dónde colocarlo

Ha de ubicarse en un lugar donde tengamos a mano todo lo necesario para el cambio del pañal: productos de aseo, pañales, contenedor de desperdicios, toalla, cesta de la ropa sucia, etcétera. Y para mayor seguridad, es conveniente que esté apoyado junto a una pared.

No hay que situarlo cerca de la calefacción ni de las cuerdas de las cortinas. Tampoco debe haber ninguna estantería encima (al niño le puede caer algún objeto).   

Este accesorio de puericultura tendrá una vida útil de unos tres años (cuando el bebé ya suele abandonar el pañal), por lo que es realmente práctico que pueda desmontarse para cuando ya no se use (o para llevárnoslo de viaje).