A medio camino entre los padres y los amigos, los abuelos juegan un papel fundamental en la crianza de cualquier niño, convirtiéndose en unos cómplices especiales para ellos que les pueden aportar muchos beneficios.

La relación de los abuelos con los nietos es especial; hace verdaderos cómplices a dos seres de generaciones con un pensamiento completamente dispar. Los beneficios de esta relación tanto para los abuelos como para los nietos, son realmente sorprendentes. Tanto es así, que debería ser un derecho fundamental para los niños poder disfrutar de sus abuelos.

La figura de abuelo en la familia es de suma importancia, ya que constituye una pieza clave para el mantenimiento y la integración de la unidad familiar. Los nietos que tratan con los abuelos tienen un sentido de unidad familiar más acentuado.

Cómo conseguir una relación de calidad

Actualmente, los abuelos constituyen un gran punto de apoyo en lo que se refiere al cuidado de los nietos. Por ello, desempeñan un papel fundamental en la familia y en la educación de los hijos, especialmente en lo que se refiere a la transmisión de enseñanzas y valores. Sin embargo, cuando el cuidado de los nietos se prolonga pueden surgir conflictos con los otros cuidadores sobre el nivel de cuidados que necesitan los niños y sobre lo que cada uno considera apropiado, puesto que algunos padres pueden sentir amenazada su autoestima y autoridad.

La actitud de los padres en los momentos en los que el pequeño interacciona con sus abuelos es fundamental para lograr una buena relación entre abuelos y nietos. Para ello, es recomendable que tengan en cuenta los siguientes aspectos:

• Los padres deben tener una buena relación con los abuelos: los padres actuán como modelos para los niños. Si los padres se preocupan, prestan anteción y tienen un trato agradable y afectuoso con los abuelos es muy probable que los nietos también lo tengan con ellos. En este sentido, es importante también que los padres hablen bien de los abuelos delante de sus hijos.
• No contradecir a los abuelos ni discutir con ellos delante de los niños: de esa manera padres y abuelos salen perdiendo porque pierden autoridad para el niño. En todos sus ámbitos los niños deben tener unas pautas de comportamientos claras y bien establecidas.
• No sobrecargar a los abuelos: es importante no abusar de las buenas intenciones ni tiempo de los abuelos. El cuidado a los nietos y la ayuda a la familia por parte de los abuelos debe ser siempre de carácter voluntario. La sobrecarga de cuidados a los abuelos puede causar conflictos familiares debido al estrés al que se encuentran sometidos.
• Integrar a los abuelos en actividades de ocio: los abuelos no solo deben estar para ayudar, sino para disfrutar con ellos. Por ello, es bueno invitarlos a acudir a una excursión, comida familiar, viaje, etcétera, con independencia de seguir manteniendo un espacio íntimo y exclusivo para padres-hijos.