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La manía de apretar los dientes Enfermedades niños

La manía de apretar los dientes

El bruxismo suele realizarse de forma inconsciente, sobre todo durante la noche. Si no se detecta a tiempo puede generar el desgastamiento de las piezas dentales. 

No es raro que los niños aprieten y rechinen los dientes. Algunos lo hacen por la noche, ya que la fase de dentición mixta provoca ciertos desequilibrios en la mordida que incitan a ejercer una mayor presión. Así, a estas edades, el bruxismo no es un problema, sino una forma natural del desarrollo de la dentición, un estímulo del desarrollo muscular y óseo que irá desapareciendo. El problema surge si se vuelve persistente en el tiempo. 

 

Causas emocionales

Aunque aún no están totalmente claras las causas del bruxismo, parece ser que el estrés es un factor muy influyente. Los niños cada vez están más sobrecargados de actividades y mediante esta acción parecen dar salida a su ansiedad, tanto familiar como escolar.

Otra situación que favorece el bruxismo son los problemas dentales que provocan un mal engranaje de los dientes superiores e inferiores. El organismo del niño pone en marcha esa presión para conseguir un alineamiento mejor.

Pero también hay que señalar que el bruxismo parece tener un importante componente genético.

 

Combatir el problema

El bruxismo se convierte en un problema cuando no cesa en la segunda fase dentaria. Es más habitual que lo sufran los adultos, pero a partir de los seis años, no es raro que los niños lo padezcan. Hay que ponerse manos a la obra para combatirlo, porque sus efectos pueden ser muy perjudiciales. De hecho, puede afectar seriamente a los dientes y encías de nuestro hijo, dependiendo de su intensidad y frecuencia.

Cuando los dientes se van desgastando de forma importante, su estructura se ve afectada, provocando problemas de oclusión. Además, si la capa superficial del diente va desapareciendo, hay muchos más riesgos de padecer caries dental.

Pero, además, pueden producirse problemas de mandíbula, dando lugar a dolores musculares de la zona e incluso a dolores de cabeza o de oído.

Por otro lado, al producirse mayoritariamente por la noche, el bruxismo también se considera una alteración del sueño porque puede dar lugar a despertares nocturnos, lo que acaba desencadenando que el niño tenga somnolencia y esté más cansado durante el día.  

 

Soluciones eficaces

Debido a que los factores emocionales parecen jugar un papel importante, lo primero que tenemos que hacer es hablar con el niño y motivarle para que exprese sus preocupaciones. También puede ser útil crear un ambiente relajado antes de irnos a acostar: sin ruidos, con luz tenue, con la lectura de un cuento… y evitar las situaciones que puedan alterarle. Sin embargo, tenemos que contar también con la posibilidad de que sea necesario consultar con un psicólogo para que trate al niño.

Una segunda medida preventiva es el uso de una férula de descarga, que es una prótesis de plástico o resina que le pondrá el dentista al niño, ajustándose perfectamente a sus dientes (están confeccionadas a medida). Con esto se evita el choque y el desgaste. Se suele colocar por la noche y generalmente en la arcada superior y, además de amortiguar el impacto, va consiguiendo que el niño haga cada vez menos fuerza y apriete los dientes cada vez menos.

Si aún así el problema no remite, lo más inmediato será tratar y reponer las piezas dentales afectadas. Luego, el profesional puede recurrir a diversos tipos de técnicas de ortodoncia.