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La hidratación en el embarazo Embarazo y parto

La hidratación en el embarazo

Durante el embarazo, tus necesidades de agua aumentan y, además, tu sensación de sed se puede ver alterada. Tu objetivo es ingerir, al menos, dos litros de líquido diarios.  

Además de la dieta, que debe ser equilibrada y variada, también es fundamental una adecuada hidratación durante el embarazo. Una mujer embarazada necesita tomar unos tres litros de líquidos al día para disponer de la cantidad suficiente que garantice una hidratación adecuada a las nuevas necesidades. Esto se traduce en beber unos 2,3 líquidos de agua al día (repartidos en pequeños sorbos); para facilitarte esta tarea, puedes llevar siempre una pequeña botella contigo.

Consiguiendo una adecuada hidratación podrás combatir mejor algunos de los malestares más comunes durante la gestación como el estreñimiento, las retenciones de líquido y las infecciones de orina.

 

No te fies de la sensación de sed

Durante la gestación, debido a los cambios hormonales que se producen, tu cuerpo tarda más en detectar que necesita agua; por lo que es recomendable que bebas a menudo, incluso antes de tener sed. De este modo, bebiendo suficiente agua evitarás ciertos problemas relacionados con situaciones límite de hidratación como dolores de cabeza, náuseas o retención de líquidos.

 

Una hidratación de calidad

El agua será tu mejor fuente de hidratación y, si la eliges mineral, ayudarás a tu organismo a cubrir sus necesidades aumentadas de minerales como el calcio, fundamental para tus huesos y los de tu bebé.

Pero, además, para hidratarte de forma correcta tienes que tomar ciertas bebidas con moderación, como es el caso de las bebidas con cafeína (té, café, colas). Ten en cuenta que la cafeína tiene un efecto diurético y hará que vayas más al baño.