Durante el embarazo se producen algunos cambios físicos que afectan a la piel. Las caderas se ensanchan y el pecho y la tripa van aumentado de volumen paulatinamente. Como consecuencia de este estiramiento de la piel se producen las temidas estrías.

Una de cada dos mujeres tiene estrías. Su presencia en la adolescencia no es rara y está relacionada con los cambios hormonales, el aumento de estrógenos y con el crecimiento y desarrollo del cuerpo. Luego pueden seguir saliendo a lo largo de toda la vida por otros motivos como, por ejemplo, un cambio brusco de peso. Durante el embarazo también es frecuente su aparición (entre el 80 y el 90 por ciento de los casos). El aumento del volumen corporal en esta etapa con el consiguiente estiramiento de la piel y el flujo de hormonas son los principales causantes. 

Normalmente las gestantes primerizas son las que más las sufren, pero esto no quiere decir que no salgan también en los siguientes embarazos. La edad de la mujer es otro factor que influye: cuanto más joven más posibilidades de aparición de estrías. Suelen aparecer durante los tres primeros meses en el pecho porque crece y en el tercer trimestre en la zona abdominal, debido a que son los meses que más aumenta esta zona, pero puede variar según cada mujer.

 

Zonas peligrosas

Estas marcas cutáneas son frecuentes en la cintura, en los muslos, en el pecho y en la región lumbar y tienen apariencia de líneas irregulares de color rojizo violáceo que se tornarán blanquecinas a medida que vaya pasando el tiempo. Independientemente de la causa que las producen, la piel sufre una rotura de las fibras de colágeno y elastina, que son los responsables de la elasticidad y resistencia de la piel provocando la pérdida de elasticidad.

La mayoría de los especialistas coinciden en su eliminación una vez que han salido, es bastante complicado e insisten en la importancia que tiene la prevención. Como a priori no se sabe la tendencia que la persona tiene a la formación de estrías es recomendable tomar precauciones desde el principio del embarazo y durante toda la gestación.

 

Son difíciles de eliminar, por eso hay que prevenirlas

• Lleva una buena alimentación: te ayudará a nutrir bien la piel y a no aumentar de peso excesivamente, lo que provocaría una mayor distensión de la piel.
• Usa cremas antiestrías: su uso es recomendable para mantener la piel hidratada en todo momento, y prevenir que aparezcan estrías. Estos productos actúan estimulando la producción de colágeno y elastina, mejoran la flexibilidad de la piel y reducen el riesgo. Es conveniente empezar a emplearlas si estás planeando un embarazo, sobre todo si ya tienes estrías de la pubertad. Aplícalas por la mañana y por la noche haciendo suaves masajes en las zona.
• Toma suficientes líquidos: para mantener la piel hidratada es fundamental una ingesta adecuada de líquidos como el agua.
• Usa sujetadores adecuados: en esta etapa es probable que tengas que comprar nuevos sujetadores. Elige aquellos que sujeten y puedan evitar la distensión de la piel del pecho, pero que no oprima.