Antes de la confirmación definitiva de que vas a ser mamá hay algunos indicios que pueden darte la pista de que tu cuerpo está empezando a cambiar, porque llevas dentro una nueva vida.

La menstruación se retrasa y necesitamos confirmar el embarazo cuanto antes para salir de dudas. Sin embargo, hasta que vayamos al ginecólogo o nos hagamos el test de embarazo, podemos sospecharlo porque, además de sentirnos raras, tanto física como emocionalmente, también observaremos que aparecen una serie de síntomas. Algunos de ellos son muy semejantes a los de la premenstruación. 

 

Cambios hormonales

Cuando el óvulo fecundado llega al útero y se fija a la pared uterina, se comienzan a liberar hormonas asociadas a ciertos síntomas. Son los primeros indicios de que algo ha cambiado en el cuerpo. Estos posteriormente, a lo largo del embarazo, se convertirán en una completa serie de cambios muy llamativos. Los síntomas varían de una mujer a otra e incluso de un embarazo a otro, y puede ser que no los presentes todos. Sin embargo, si observas varios de ellos, es muy probable que estés embarazada.

La retirada de la menstruación es el primer signo y el más fiable, sobre todo si tiene un ciclo mensual regular. No obstante, es posible que presente un leve sangrado o manchado alrededor de la fecha en que se espera la menstruación, aunque se esté embarazada, debido a la implantación del óvulo. Pero son sangrados más claros, leves y menos densos que los del periodo. 

Si tu ciclo no es regular, seguramente tendrás que observar algunos otros síntomas del embarazo antes de darte cuenta de la ausencia del período.

 

Cansancio y mareos

Durante las primeras semanas del embarazo se suele sentir un cansancio especial; es una fatiga típica de los comienzos. Esto se debe probablemente a los aumento de los niveles de una hormona que se produce en los ovarios, la progesterona.

Es posible experimentar mareos, e incluso vómitos, entre la segunda y la octava semana de embarazo. Aunque a menudo estos síntomas se denominan malestar matutino, pueden producirse en cualquier momento del día o de la noche.

 

Otros cambios

El pecho es una de las partes del cuerpo a la que más afectan los cambios hormonales del embarazo. Por eso, es posible que al principio los senos aumenten de tamaño y estén más sensibles. Además, es probable que las venas de los senos sean más visibles y que los pezones se oscurezcan.


Aproximadamente entre seis y ocho semanas después de la concepción, aumenta la frecuencia de despertares nocturnos para orinar. Esto se irá intensificando a lo largo del embarazo, conforme el bebé va ejerciendo mayor presión sobre la vegija. Algunas mujeres experimentan fugas leves cuando tosen, ríen o estornudan.


Los cambios de humor repentinos durante las primeras etapas del embarazo también son habituales. Incluso, en ocasiones, puedes comenzar a llorar sin motivo alguno. La causa más probable de esto son los cambios en los niveles hormonales que se producen en el cuerpo.


Se puede producir un cambio de sabor de los alimentos y es probable que dejen de apetecer ciertos productos como el té, el café o los alimentos grasos. También pueden aparecer los antojos por ciertos tipos de alimentos que anteriormente no gustaban.