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Las claves de la cesárea

Esta intervención tiene las ventajas de una mayor planificación del parto y de que este se haga menos duro. Pero, aunque en general es segura, no deja de ser una operación.

La cesárea es una intervención en la que se extrae al bebé por una incisión quirúrgica que se le realiza a la madre en el abdomen y el útero. Es un método seguro y mejora el parto en condiciones poco favorables, pero solo se debe practicar en casos en que sea estrictamente necesaria. Los embarazos múltiples, la edad cada vez mayor de la futura mamá o las alteraciones de la posición fetal pueden ser algunos de ellos.

Por tanto, hay que tener claro que no debe ser una opción de la madre, sino que tiene que ser el profesional médico el que valore lo que es mejor, tanto para ella como para su bebé.

 

¿Cuándo es necesaria?

Hay muchos casos en los que la cesárea está indicada. Puede suceder que la pelvis de la madre y el feto no estén compensados, lo que puede ocurrir tanto por la estrechez de la primera, como por el gran tamaño del segundo (o por ambos motivos).

Si el feto está atravesado o si la placenta está delante de la cabeza del niño (placenta previa), así como si hay vueltas en el cordón umbilical, también suele ser necesaria la cesárea.

Pero, además, se practica ante ciertas enfermedades maternas como la diabetes o la hipertensión.

 

 A tener en cuenta

  • Si es una cesárea programada se aconseja el ayuno en las 12 horas previas.
  • Generalmente se administra antibiótico previo a la cirugía para reducir el riesgo de infección tras la operación.
  • Es preferible utilizar anestesia local para que la madre participe en el nacimiento, pero puede ser necesaria la general.
  • Uno de los principales riesgos de la cesárea son las hemorragias.
  • Habrá que vigilar las grapas o puntos de sutura que se han dado para evitar que se infecten. Si la herida se inflama o duele al contacto, acude al médico.
  • Los cuidados del bebé y la lactancia tras esta intervención suelen ser más difíciles porque la mujer tiene que recuperarse de la operación.
  • La subida de la leche suele tardar un poco más tras una cesárea. 
  • En un parto vaginal se suele estar unos dos o tres días en el hospital, mientras que, en la cesárea, el plazo puede extenderse hasta los siete días. 
  • Para una buena recuperación es conveniente seguir ciertas recomendaciones como no hacer trabajar demasiado a los músculos abdominales, que están debilitados. Para ello, no cojas peso y no hagas esfuerzos.
  • Tras una cesárea los siguientes partos se consideran de riesgo, y normalmente son también por cesárea. Aunque, es posible tener un segundo parto por vía vaginal.