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Decide cómo dar a luz Embarazo y parto

Decide cómo dar a luz

En el parto, cada mujer debería poder optar por la postura que mejor se adapte a sus necesidades. Con toda la información en tu poder, podrás elegir con criterio.

Traer una vida al mundo es una experiencia sublime, pero dolorosa, y cada vez un mayor número de expertos están de acuerdo en que el parto horizontal, el más utilizado en todos las maternidades hasta la fecha, no es la mejor opción para dar a luz de la forma más cómoda posible. 

 

Probando posturas

No hay una posición ideal de parto, tu instinto te irá guiando, ya que, según la que adoptes en cada momento, puedes ir aliviando los dolores y molestias. De hecho, muchos médicos creen que es conveniente el movimiento de la mujer durante las diferentes fases del parto y, especialmente, en el comienzo. Esto se ha visto facilitado por las camas obstétricas articuladas, soluciones muy versátiles que permiten ofrecer diferentes posturas durante el expulsivo (hasta siete distintas). Cada vez están más presentes en los hospitales, con excelentes resultados. 

Aquí tienes varias propuestas posturales:

  • Tumbada: es la más extendida, aunque hoy por hoy está cuestionada porque no favorece la fisiología natural del parto. Aunque es cierto que es la más segura porque hay un menor riesgo de hemorragias y pérdida de sangre. Si la madre está tumbada en horizontal, debe empujar para que el bebé atraviese el canal de parto en contra de la gravedad, en un plano ascendente en lugar de descendente. En esta posición, contraria a la gravedad, el peso del útero comprime hacia abajo y la salida pélvica se estrecha. En general, es una postura bastante pasiva que no permite a la mujer ninguna libertad de movimientos ni participación en el parto. Está más bien concebida para la comodidad del médico.
  • En vertical: en esta postura, la ley de la gravedad favorece el proceso y el bebé ayuda también con la presión que ejerce. Además, los músculos abdominales pueden hacer mayor fuerza cuando los pies están sobre el suelo y se favorece la expulsión de la placenta. La principal desventaja de la postura vertical es que dificulta a los médicos el control en caso de alguna complicación, como el sufrimiento fetal.

A su vez, podemos elegir entre diversas opciones:

  • De pie: con una base de apoyo como una pared o la propia pareja, esta postura favorece la oxigenación al bebé.
  • En cuclillas: la salida pélvica se abre a su máxima capacidad y facilita la rotación del bebé. Por ello, se favorece el esfuerzo de empuje que tiene que hacer la madre.
  • Sentada o semisentada: es una posición más cómoda para la madre, porque le permite descansar. También posibilita la monitorización fetal. Además, la mujer puede visualizar todo el proceso.