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Niño | 2 a 6 años | Preparando el Carnaval

Preparando el Carnaval Niño

Preparando el Carnaval

Los disfraces suponen parte importante en el desarrollo del niño y el mejor pasaporte al mundo de la imaginación. Comparte con tu hijo esta maravillosa experiencia.  

¿Tu peque aprovecha la mínima oportunidad para disfrazarse? ¿Le encanta hacerlo? Seguro que sí, porque con ello, además de divertirse, está dando rienda suelta a sus sentimientos y emociones, desarrollando su imaginación y aprendiendo del mundo que le rodea.

Ahora que llega el Carnaval es el momento perfecto para ponernos manos a la obra y ayudar a nuestros hijos a adoptar otra personalidad y beneficiarse de todo lo que eso conlleva.

Me gusta imitar

El niño pequeño se limita a observar constantemente todo lo que ocurre a su alrededor y sobre todo a imitar los comportamientos de los adultos, de algunos personajes que ve en la tele… y se queda con aquello que le gusta o le llama más la atención. Según va creciendo sigue imitando y modificando su comportamiento conforme le van atrayendo más o menos las conductas de los mayores.

Precisamente, en este mundo de la imitación, los padres son unos de sus “personajes” favoritos. Para ellos los padres constituyen un modelo importante, por lo que un buen disfraz puede ser simplemente vuestra ropa y zapatos. Si los observáis, comprobaréis cómo les encanta hacer de papá y mamá.

 

Soy quien quiero ser

Ya está claro que a los niños les gusta hacer de otra persona, pero es que además esto supone asumir otro rol y ver el mundo desde otra perspectiva diferente a la suya. Disfrazándose, los niños se sienten protegidos y pueden ser más valientes actuando como superhéroes, por ejemplo. Se meten en la piel de su personaje de ficción favorito, se comportan como ellos se imaginan que es, como han visto por la televisión o han leído en un cuento; por ejemplo, salvando animales, defendiendo a los buenos…

En este momento están dando rienda suelta a toda su imaginación, lo que es algo muy positivo. De hecho, hasta los seis años, los niños están en una edad mágica en la que no está claramente diferenciado el mundo real del imaginario.

 

Beneficios de disfrazarse

  • Expresarse más abiertamente: porque están más desinhibidos. Así los padres pueden observarlos y obtener información valiosa sobre lo que sienten, sus inquietudes, e incluso sus preocupaciones.
  • Desarrollar la imaginación: en el mundo del niño reina la imaginación, y la teatralización que supone disfrazarse fomenta más aún poder crear personajes y situaciones diferentes y divertidas.
  • Empatizar mejor con los demás: como adquieren otra personalidad, pueden ver el mundo desde otro punto de vista.
  • Fomentar su creatividad: al elegir los complementos, poner en marcha una historia o una ambientación o simplemente por el hecho de aplicar la fantasía. 
  • Vencer miedos o problemas de relación como la timidez.

 

¿Y si no le gusta?

Hay niños a los que no les gusta disfrazarse o a los que ciertos disfraces les dan miedo, como los de la época de Halloween. Por eso no tienes que obligarles a disfrazarse. En estos casos aconseja que:

  • Dejemos al niño elegir el disfraz.
  • Se lo pongamos unos días antes para que se vaya familiarizando con él.
  • No le pongamos caretas o cualquier otra cosa que le cubra la cara. Es preferible pintarle con ceras.
  • Si hay un disfraz al que el niño le tiene un temor especial, los padres podéis disfrazaros de ese personaje para que él vaya viendo poco a poco la transformación. Si aun así le sigue asustando, intentar tranquilizarle y quitarle el disfraz, dejando el tema ahí.

 

Los preferidos, por edades

  • Hasta los 24 meses: predominan los disfraces denominados de saco, especialmente los dedicados a animales como el oso y el cocodrilo. Por su comodidad y colores son los más demandados porque, además, siempre tienen la cabeza descubierta. También el de pirata es muy solicitado por las comparsas.
  • De 3 a 6 años: los preferidos son los de imitación de personajes y súper-héroes, entre ellos, los de zorro, para niños. Las niñas prefieren los de princesas, especialmente en color azul cristal, rosa y tonos de malva; seguidos por los disfraces de hadas.
  • Entre 6 y 7 años triunfan los disfraces de personajes de acción, entre ellos, vaquero, ninja o guerrero medieval. Para las niñas, reinas medievales y princesas orientales.
  • A partir de los 7 años, los disfraces más demandados se centran en superhéroes como Batman, Hulk, Spiderman y en la saga de Star Wars.  Las niñas se decantan por la Barbie.