9 normas básicas para el cuidado de la piel del lactante Bebé
Siempre hemos oído decir que cuando una persona tiene bien la piel la tiene “como el culito de un niño” y es que la piel de los bebés es extremadamente suave, pero también delicada y frágil, por eso tener ciertas nociones sobre su cuidado es importante para evitar que enferme.
La higiene y el cuidado de la piel del niño son importantes no solo desde el punto de vista estético, sino también porque su fragilidad la hace más sensible a agentes de tipo infeccioso o irritativo. En los bebés la piel es mucho más fina que en el adulto, por lo que es más sensible a pequeños traumatismos. Además, la elevada proporción entre la superficie y el volumen corporal, entre dos y cinco veces mayor que en el adulto, justifica la facilidad para adquirir infecciones través de la piel y el riesgo de toxicidad secundario a la absorción percutánea de sustancias aplicadas tópicamente.
1. Mantén al niño en un ambiente cálido y húmedo
- Evita el uso de aparatos generadores de ozono, ya que puede perjudicar a sus pulmones.
- Adapta a tu lactante a la temperatura del ambiente. Mucho calor poco abrigado, mucho frío, muy abrigado.
2. Evita una exposición directa al sol durante el verano
- Evita que tu hijo reciba un exceso de sol que puede aumentar el riesgo de cáncer de piel para el resto de su vida.
- Si vas a la playa, ponle gorra, gafas de sol, y báñalo con camiseta y pantalón, que lleven las siglas UPF, indicadores de la capacidad protectora de la ropa.
- Hidrata a tu bebé adecuadamente, y protégele del sol mediante una sombrilla, evitando que quede expuesto de forma directa al sol.
- Las cremas de protección solar no están hechas para niños menores de seis meses. Existe riesgo de que tu niño se intoxique o se haga alérgico a determinadas sustancias si se las aplicas.
3. Baña al lactante durante poco tiempo, con jabones suaves y sin frotar
- Tu hijo está en un ambiente limpio durante los primeros meses de vida, por lo que la higiene en los baños no debe de ser excesiva.
- Evita que tu bebé esté más de dos minutos a remojo, ya que esto evitará que su piel se irrite.
- Usa jabones suaves, de pH neutro, en muy poca cantidad.
- Utiliza la mano para lavarlo, evitando esponjas que puedan erosionar su piel.
4. Utiliza champú neutro y aplica aceites en caso de que existan zonas descamativas o costrosas en la cabeza
- Tu hijo no tiene pelo, por lo que no debes de insistir en su cabeza en el momento de lavarlo.
- En caso de que tu lactante tenga costras en la cabeza, utiliza aceite especial y déjalo aplicado un minuto. A continuación, procede a enjuagarlo.
- En aquellas situaciones en las que no sea suficiente, usa champús indicados para el tratamiento de la costra láctea.
5. Tras los baños, seca bien al niño, especialmente los pliegues
- Un exceso de agua acumulada en la piel puede ser el caldo de cultivo ideal para la infección en la piel de tu hijo.
- Sé especialmente cuidadoso en la zona de los pliegues, que suelen ser las áreas en las que tu bebé puede irritarse o infectarse con mayor frecuencia.
6. Usa pañales desechables, y cambiarlos con frecuencia, como mínimo después de cada toma
- La orina y las heces son los irritantes más importantes con el que se encontrará tu hijo en sus primeros meses de vida.
- Es más importante el cambio frecuente de un pañal que el baño repetido de tu bebé.
7. Aplica cremas barrera en el área del pañal
- La crema que le apliques no tiene como finalidad oler bien, sino proteger su piel.
- La pasta al agua, un recurso económico y eficaz para cuidar los pliegues de tu bebé.
- Evita los polvos de talco, por el riesgo de tu bebé a que los pueda inhalar.
- Evita aquellas cremas barrera que tengan perfumes o sustancias potencialmente irritantes (bálsamo del Perú, lanolina...).
8. Evita usar sustancias antisépticas si no hay infección. En caso de que la haya, usar clorhexidina al 0,5%
- Evita el uso del yodo en tu bebé. Su piel puede absorberlo y puede intoxicarse o tener problemas cuando sea mayor.
9. Usa emolientes e hidratantes, a ser posible de excipiente graso tras el baño
- La hidratación de la piel es clave en el correcto mantenimiento de su función barrera en los primeros meses de vida.