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Bebé | 0 - 9 meses | 10 claves para crear el dormitorio de tu bebé siguiendo la filosofía Montessori

10 claves para crear el dormitorio de tu bebé siguiendo la filosofía Montessori Bebé

10 claves para crear el dormitorio de tu bebé siguiendo la filosofía Montessori

Las habitaciones Montessori son entornos que se adaptan al nivel de desarrollo del niño, creando espacios que permitan que se puedan mover por sí solos desde que son bebés para así potenciar su desarrollo integral, tanto a nivel físico y como cognitivo.

La Dra. María Montessori (1870–1952) concibió un nuevo método educativo basado en la estimulación y el respeto. Un sistema de educación que es a la vez una filosofía de vida centrada en el desarrollo del niño basada en dos fundamentos: la necesidad de la libertad dentro de los límites y un entorno cuidadosamente preparado que garantiza la exposición a los materiales y experiencias. El método Montessori permite que el niño experimente la alegría de aprender, el tiempo para disfrutar del proceso y le asegura el desarrollo de su autoestima.

¿Cómo podemos diseñar la habitación de nuestro bebé al estilo del método Montessori? ¿Por dónde empezamos?

  1. El espacio no ha de estar muy recargado ni se deben escoger colores demasiado intensos, sino más bien tonos claros o neutros. La estancia debe respirar armonía y calma.
  2. El mobiliario, como los demás objetos, ha de estar a la altura del niño, de forma que sean accesibles. Así se fomenta la autonomía, su capacidad de decisión y el pequeño puede explorar y experimentar su propia independencia.
  3. La cama debe estar a nivel del suelo. Al principio y mientras es bebé basta con colocar un colchón en el suelo. Además, es aconsejable poner debajo una alfombra agradable y mullida que amortigüe las posibles caídas. Así, desde que el bebé empieza a gatear puede subirse y bajarse sin depender de un adulto. Cuando es un poco mayor podemos sustituirlo por una cama baja de la que se pueda subir y bajar solo. Se acabaron las cunas con barrotes.
  4. La ropa debe estar al alcance del niño. Aunque existen armarios pequeños y a su altura, también se puede utilizar para guardar su ropa cajones a la altura del niño o una barra accesible de donde cuelguen sus prendas para que él pueda elegir su ropa. Nada de armarios tradicionales.     
  5. En la habitación debe haber, como mínimo, un espejo. Es conveniente que se coloque al lado de la cama y a su altura, de esta forma el bebé podrá observe mientras permanezca tumbado y se acostumbrará a su imagen. Además, cuando son bebés al mirarse fortalece la musculatura del cuello. Los hay irrompibles, así que no existe ningún riesgo para el pequeño. Cuando sea más grande y ya se empiece a poner de pie, es conveniente colocar uno en la pared, a su altura, y con una barra, que le permita incorporarse. 
  6. No debe faltar un perchero. Mientras es bebé podemos prescindir de su uso, pero cuando es un poco mayor el niño sabe que cuando regrese del colegio o guardería debe colgar su abrigo y su mochila para que todo esté en orden. El uso del perchero fomenta su autonomía, y le enseña que todo tiene un orden.  
  7. Debemos colocar láminas realistas que le muestren como es el mundo. Pueden ser ilustraciones o fotografías, siempre colocadas a su altura, de animales, bosques, playas… Motivos realistas que el niño comience a identificar. Es positivo cambiarlas con cierta frecuencia. Adiós a los pósters fantásticos y de princesas.     
  8. Debe haber unas estanterías accesibles para el niño, con pocos objetos y muy ordenados. Por ejemplo, los libros deben colocarse de forma que se vea la portada, así elegirán el que más les interese en ese momento. 
  9. Los juguetes deben ser de materiales naturales. Se aconseja el uso de juguetes y objetos de madera o de tela, que fomentan la creatividad y la imaginación. Nada de sobreestimular a los niños con juguetes de plástico que tengan millones de luces y sonidos, sino precisamente al revés.
  10. No conviene mover el moviliario de lugar. Cada cosa tiene un lugar y esto ayuda al niño a ubicarse y a tener puntos de referencia, por eso no conviene demasiado mover los muebles de sitio, pues el hecho de encontrar y devolver sus cosas siempre al mismo lugar les transmite estabilidad.

 

En el resto de la casa

  • La cocina: debemos colocar una pequeña mesa baja y a su altura en la que dejemos su vaso, su plato, sus cubiertos, una jarrita irrompible con agua y un picoteo sano por si le entra hambre, al que pueda acceder él solo. También debe disponer de un cepillo, un cubo y una fregona, un trapo para limpiar el polvo para colaborar en las tareas domésticas. Al principio no será un trabajo, y no podemos pretender que nos deje la casa limpia, pero está aprendiendo la importancia de colaborar en las tareas del hogar y esta acción fomenta su responsabilidad.
  • En el baño: es fundamental que cuente con sus útiles de aseo: peine, cepillo para el pelo, cepillo de dientes, un orinal, una jabonera y toalla de cuerpo, de manos y de cara. Es muy útil tener a su alcance un escalón o peldaño para que pueda subirse para coger lo que necesite de forma autónoma o también se puede destinar, por ejemplo, el vidé, cuando es pequeño, como lavavo particular y poner una jabonera y portacepillos de pared regulados a su altura.