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Los 4 excesos de la educación moderna que trastornan a los niños Niño

Los 4 excesos de la educación moderna que trastornan a los niños

Todos los padres intentan que sus hijos tengan todo lo que desean y no les falte nada. Sin embargo, al darles “todo” contribuimos a crear un ambiente propicio para la aparición de trastornos mentales.

Kim Payne es un profesor y orientador estadounidense que trabajó como voluntario en los campos de refugiados, donde trató a niños que sufrían estrés postraumático. Payne se dio cuenta de que estos niños se mostraban nerviosos, hiperactivos y continuamente expectantes, como si algo malo fuera a pasar de un momento a otro. También habían perdido la curiosidad innata de los niños.

Años después, Payne advirtió que muchos de los niños con los que trabajaba mostraban los mismos comportamientos que los pequeños que provenían de países en guerra. Pero estos niños que él trataba vivían en Inglaterra y su entorno era completamente seguro. Entonces, ¿por qué mostraban los mismos síntomas?

Según argumenta Payne, aunque los niños de nuestra sociedad están seguros desde el punto de vista físico, mentalmente están viviendo en un entorno similar al que se produce en las zonas de conflictos armados. Estar expuestos a demasiados estímulos provoca un estrés que se acumula y obliga a los niños a desarrollar estrategias para sentirse seguros. 

Payne opina que los niños de hoy están expuestos a un flujo constante de información que no son capaces de procesar. Se ven obligados a crecer a un ritmo vertiginoso, ya que los adultos colocan demasiadas expectativas sobre sus hombros, haciendo que asuman roles que no les corresponden. El cerebro aún inmaduro de los niños es incapaz de seguir ese ritmo y aparece el estrés y sus consecuencias negativas.

 

Los cuatro pilares del exceso

Payne afirma que los cuatro pilares del exceso sobre los cuales se erige la educación actual de los niños son:

  1. Demasiadas cosas.
  2. Demasiadas opciones.
  3. Demasiada información.
  4. Demasiada velocidad.

Cuando los niños son abrumados de esta forma, no tienen tiempo para explorar, reflexionar y liberar las tensiones cotidianas. Se elimina su libertad y no les queda la opción de aburrirse, que es fundamental para estimular su creatividad y el aprendizaje por descubrimiento.

 

Simplificar la infancia 

Para proteger el equilibrio mental y emocional de los niños es necesario simplificar:

  • Reducir el número de juguetes. Es importante que sus juguetes estimulen su fantasía.
  • No sobrecargarles con actividades extraescolares.
  • Dejarles tiempo libre a diario para que jueguen con otros niños, hermanos, o con juguetes que estimulen su creatividad.
  • Pasar tiempo de calidad con ellos.
  • Crear momentos y espacios de tranquilidad donde puedan refugiarse del caos cotidiano y aliviar el estrés.
  • Asegurarse de que duermen bien y lo suficiente.
  • Reducir la cantidad de información que les damos y asegurarse que esta es comprensible para ellos y adecuada a su edad.
  • Disminuir las expectativas sobre ellos, dejándoles que sean simplemente niños.