Cuando una pareja ha tomado la decisión de tener un hijo parece que el proceso para lograrlo es sencillo. En la mayoría de casos así es, pero, en otros muchos casos, el embarazo se demora demasiado. En primera instancia no hay que alarmarse en exceso y seguir intentándolo. Pero, si los días pasan y no conseguimos el objetivo soñado, lo más adecuado es ponernos en manos de los profesionales, para que nos guíen en cómo poder conseguirlo más fácilmente o para poder detectar posibles problemas de fertilidad y ponerles solución cuanto antes.

 

 

Manos a la obra

Para lograr el deseado embarazo, toma nota de los siguientes consejos:

• Elaborar un calendario. Es fundamental dirigir las relaciones sexuales para aprovechar los días fértiles: entre el día 10 y el 14, o entre el 11 y el 15 del ciclo, y mantener relaciones sexuales con cierta frecuencia, pero no hay que obsesionarse.
• Determinar la edad real de los ovarios. A través de una ecografía y una analítica se puede cuantificar la edad biológica de los ovarios. Las probabilidades de quedarse embarazada de forma natural entre los 38 y 43 años varían mucho. Cuando se superan los 40, existe menos de un cinco por ciento de probabilidades.
• Llevar una vida sana. Los consejos aplicables y de sentido común: comer frutas, verduras y legumbres y limitar las grasas y los azúcares refinados.
• Hacer ejercicio físico. Realizar deporte moderado de dos a tres veces a la semana, además de favorecer las probabilidades de concebir, también aumentará la sensación de bienestar.
• Evitar el estrés. Un ritmo de vida demasiado acelerado, combinado con la ansiedad que conlleva, puede influir a la hora de que una mujer se quede embarazada. Se necesita tranquilidad absoluta.
• Evitar el sentimiento de culpabilidad. La frustración por no quedarse embarazada afecta emocionalmente a la mujer, aunque no incide en los resultados físicos. De cualquier forma, es preferible calmarse y disfrutar de esta etapa con una actitud positiva y relajada.

 

No hagas caso a los falsos mitos

Cuando el embarazo tarda en llegar, las parejas suelen obsesionarse y comienzan a seguir recomendaciones que tienen orígenes indescifrables y consecuencias inciertas. El problema de los falsos mitos sobre la fertilidad es que, muchas veces, llevan a las parejas a realizar algunas conductas que no afectan a la capacidad reproductiva, pero sí que influyen a nivel emocional. Por eso, es fundamental conocerlos para saber qué hay de cierto y de falso en estas creencias populares. Los mitos falsos más significativos y extendidos entre la población:

• Adoptar determinadas posturas durante el acto sexual. No está demostrado científicamente que esto influya en la posibilidad de lograr un embarazo.
• Levantar las piernas. No es cierto que después de una relación sexual la mujer deba quedarse con las piernas hacia arriba. No está demostrado que mejore el ascenso de los espermatozoides.
• Los anticonceptivos disminuyen la fertilidad. Hay mujeres que creen que por haber consumido anticonceptivos en el pasado tienen menos posibilidades de quedar embarazadas; esto es falso.
• Ponerse un almohadón debajo de la cadera tras el coito. Quienes lo hacen buscan facilitar la llegada de los espermatozoides al óvulo, pero tampoco está demostrado que sea efectivo.

 

¿Cuándo buscar ayuda?

Si una pareja sana mantiene durante un año relaciones sexuales sin protección y no logra el deseado embarazo es aconsejable que visite un centro de fertilidad para averiguar los motivos de esta dificultad. En el caso de que la mujer tenga entre 38 y 40 años y no logre el embarazo, no debe esperar al año; si a los seis meses no ha tenido éxito, debe acudir a una clínica de fertilidad.