Su nombre científico es pronación dolorosa o subluxación de la cabeza del radio, pero es más conocido como “codo de niñera”, debido a la lesión que provocaban las cuidadoras al dar tirones de los miembros superiores de los niños durante los paseos. Es un cuadro relativamente frecuente entre los dos y tres años y raro después de los siete años de edad.

La pronación dolorosa es una subluxación de la cabeza del radio, es decir, una pequeña salida del sitio de uno de los huesos que forma la articulación del codo (radio-cúbito-húmero).

Sucede cuando el niño no quiere caminar y se le tira de la mano para ayudarle, al cogerle de las manos y elevarle para saltar a modo de juego o cuando, caminando cogido de la mano de un adulto, el niño tropieza y, para evitar que se caiga, tiramos de su mano.

Al aplicar este tirón a nivel de la muñeca o de la mano se produce la pronación del antebrazo con el codo en extensión, seguida de un bloqueo del movimiento de prono-supinación, en ocasiones, incluso se percibe un crujido. El dolor inicial, que refiere el niño mediante el llanto, desaparece rápidamente y el niño retoma su actividad normal, con la única diferencia de que el miembro superior lesionado se encuentra inmóvil a lo largo del cuerpo, con el antebrazo en pronación.

Cuando tiene lugar la pronación del codo, el ligamento anular con forma de rodete que se encuentra alrededor del radio, se desplaza y en vez de rodear el extremo de este hueso queda atrapado entre el cubito y el radio, con lo cual queda bloqueada la articulación, el codo no puede extenderse del todo, el antebrazo no se puede girar y duele.

La subluxación de la cabeza radial puede estar favorecida por la presencia de un menisco articular y por una laxitud articular aumentada, ya que la hiperlaxitud es más marcada en los primeros años de vida. También debemos tener en cuenta que, por encima de los cinco años, la inserción de los ligamentos es más potente, por lo que es más difícil el desplazamiento de la cabeza del radio.

 

Un clic para curar

El codo de niñera es algo parecido a lo que ocurre cuando paseamos en bicicleta y se sale la cadena. No hay nada roto, solo está fuera de su lugar, pero no funciona.

Por eso su tratamiento es sencillo, solo habrá que colocar la cabeza del radio en su lugar, lo que se conoce como reducción. Para reducir esta lesión el pediatra o traumatólogo realiza una maniobra de supinación para, siguiendo con el símil de la bicicleta, situar la cadena en su lugar y poder seguir pedaleando.

El desbloqueo tiene lugar cuando notamos un clic en el lugar y tras la reducción, el niño recupera de inmediato la movilidad.

Si existe dolor, se le puede administrar analgesia o antiinflamatorios orales, paracetamol o ibuprofeno, para disminuirlo.

No es necesario hacer ningún tipo de inmovilización del brazo si es el primer episodio y la reducción se produce antes de las doce horas. La lesión no presenta secuelas articulares y la recuperación es rápida (más rápida contra menos tiempo lleve la lesión).

 

Puede volver a ocurrir

Como en los niños existe cierta laxitud en sus ligamentos, es fácil que la lesión pueda repetirse. Si se repite es probable que sea necesario inmovilizar el brazo durante dos o tres semanas mediante una férula.

Para evitar que se vuelva a producir el pediatra informará a los padres de los movimientos que no deben realizar y de las precauciones que deben tomar, por ejemplo, al vestirle, para evitarla.

Se pueden tomar medidas como vestir primero y desvestir en último lugar la extremidad lesionada, por la dificultad que entraña a veces el momento del cambio de la muda superior.