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Niño | 2 a 6 años | ¡Quiero yo solito!

¡Quiero yo solito! Niño

¡Quiero yo solito!

Muchos solemos anticiparnos a las acciones de nuestros hijos y no les permitimos hacer algunas otras cosas que podrían hacer solos. Creemos que aún no tienen capacidad de autonomía y asumimos responsabilidades que son suyas por evitar que se hagan daño, por comodidad para conseguir resultados más rápidos o porque no confiamos en su capacidad reacción.

Siempre estamos pensando qué podemos hacer para que nuestros niños sean mejores, tengan un buen trabajo en el futuro y lleguen a ser felices. Educar en autonomía no es tarea fácil, el grado de independencia dependerá mucho de la educación que les demos.

 

Tareas que pueden hacer

Los niños aprenden a ser autónomos a través de las pequeñas actividades diarias que desarrollarán en casa, en la guardería o en el colegio y desean crecer, quieren demostrar que son mayores en todo momento; nuestra misión como padres se basa en potenciar tareas que ayuden a los niños a demostrar sus habilidades: colocar los cubiertos en la mesa, recoger su habitación o comer solo son acciones que ayudarán a los niños a situarse en el espacio en que viven y a sentirse útiles y partícipes dentro de su propia la familia.

 

Respeta su ritmo

Todos los niños pueden ser educados en la autonomía, pero no todos los niños son iguales, cada uno desarrolla las capacidades de una forma distinta. Podemos pedir que todos “hagan lo mismo”, pero sin esperar “los mismos resultados”; conocer la evolución de nuestros hijos y prestar ayudar proporcionalmente a su nivel madurativo nos orientará a la hora de evitar solucionarlos la tarea cuando ellos sean capaces de realizarla solos.

Cuando escuchemos: “Quiero hacerlo solo… ¡qué ya soy mayor!, respetaremos su decisión y recordaremos que una mayor autonomía implica una mejora notable de la autoestima.

 

Artículo elaborado por Ana Roa, psicopedagoga y fundadora de Roaeducación.