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Bebé | 0 - 9 meses | 7 aspectos importantes que vigilar en el recién nacido

7 aspectos importantes que vigilar en el recién nacido Bebé

7 aspectos importantes que vigilar en el recién nacido

Cuidar de un recién nacido por primera vez es un gran reto para los padres y siempre surge en ellos la misma reflexión: ¿lo estamos haciendo bien? Estos 7 aspectos son importantes a vigilar durante las primeras semanas de vida.

 

LA PRIMERA DEPOSICIÓN

El meconio es el primer informe sobre la salud del feto. Se trata del contenido del intestino antes del nacimiento. El meconio es una sustancia espesa de color negruzco compuesta por células epiteliales y secreciones intestinales producidas durante el proceso de formación del bebé en el útero. Estimulado por la lactancia materna, en el transcurso de las primeras 48 horas de vida, el bebé defecará por primera vez el meconio y hay que estar atentos de que se produzca. Si no fuese así, es necesario la realización de un estudio por si su intestino estuviese obstruido. Entre el entre el tercer y quinto día de vida se dará paso a las deposiciones típicas del recién nacido.

EL SUEÑO

El recién nacido dormirá gran parte del día (una media de 16-17 horas) y se despertará únicamente para comer, más o menos cada 2 o 3 horas. Aún no conoce la diferencia entre el día y la noche, así que sus rutinas serán bastante irregulares. Conforme quede más saciado, porque su estómago se vaya agrandando, el tiempo entre toma y toma será mayor y las horas de sueño tenderán a concentrarse.

No conviene despertarle para alimentarle, a menos que hayan pasado 5 horas sin que él lo reclame. Desde el primer día de vida es recomendable ir estableciendo distintas rutinas de alimentación, higiene y sueño, dejando que duerma en su cuna. Se debe mantener al bebé despierto durante las tomas, hablándole o estimulándole. Después de cada toma, tiene que permanecer despierto durante 10 minutos para expulsar correctamente los gases y, tras cambiarle el pañal, conviene colocarlo en la cuna para que concilie el sueño él solo.

 

EL PASEO

Es aconsejable salir a pasear a partir del décimo día desde su nacimiento. El paseo permite que el niño se adapte al medio ambiente y se familiarice con el entorno. Las radiaciones solares, tomadas con precaución, son aconsejables, ya que los rayos ultravioletas B favorecen la síntesis de vitamina D, necesaria para el crecimiento del niño. El tiempo de exposición se debe limitar y aumentarlo progresivamente según la tolerancia. Se deben evitar las horas centrales del día y buscar sitios con sombra. Siempre hay que llevar un bolso con un cambio de ropa y su alimento, además de tollas húmedas y pañales. Y, aunque haga mucho calor, siempre es recomendable llevar una manta.

Viste a tu pequeño como tú te vestirías en función de la temperatura. Los bebés no tienen más calor o frío que los adultos (solo los recién nacidos no regulan bien su temperatura). Evita los espacios muy transitados y elige un trayecto tranquilo para que salir de paseo con tu bebé sea un momento de paz para ambos.

 

LA ROPA DEL BEBÉ

Hay que prestar atención a la hora de elegir los tejidos (preferentemente de algodón) y es imprescindible utilizar ropa de su talla, que no le oprima, para que esté cómodo. También hay que evitar los lazos, cordones y prendas de angorina.

Los recién nacidos tienen un sistema de termorregulación distinto que el nuestro y pierden más calor por la cabeza. Por ese motivo, no te olvides de cubrirla con un gorrito de algodón durante los primeros días tras su nacimiento.

La ropa de la cuna tiene que ser suave y sin costuras y, al igual que la del niño, debe ser de fibras naturales.

Los niños, en ese período de la vida, presentan tanto manos como pies fríos, lo que no significa que tengan frío, por eso, se recomienda que usen la misma cantidad de ropa que los padres, con el agregado de una camisetita de algodón extra.

 

LA TEMPERATURA DE LA HABITACIÓN

La temperatura ambiente es un aspecto fundamental para el descanso del bebé. La habitación debe estar bien ventilada, tranquila y con luz natural y hay que ventilarla todos los días. Se aconseja una temperatura de entre 22 y 24 grados. En invierno, los termostatos de la calefacción permiten regular la temperatura, mientras que, en verano, si se recurre al aire acondicionado no es conveniente que el bebé duerma con el aparato encendido y tampoco que esté al alcance del flujo de aire.

 

EL HORARIO DE TOMAS 

Durante los 4 primeros meses de vida, en el lactante alimentado a pecho, el horario de las tomas debe ser muy flexible, sobre todo, en las primeras semanas, de tal forma que hay que ponerlo con frecuencia al pecho (cada vez que entendamos que llora por hambre) sin tener demasiado en cuenta el horario de reloj. Cuantas más veces succione el lactante y vacíe el pecho, mayor estímulo para la producción de leche materna. Pasadas las primeras semanas, la mayoría de los lactantes se adaptan a un ritmo de tomas cada 3 o 4 horas con un descanso nocturno de unas 5 a 8 horas.

En el lactante alimentado con fórmula, dado que la digestión de la misma es más laboriosa, se recomienda una toma al biberón cada 3 horas por el día durante el primer mes y, si es posible, con un descanso nocturno de unas 6 a 8 horas.

 

LOS GENITALES

En las niñas hay que vigilar la sinequia vulvar. Se trata de una fusión de los labios menores producida por una inadecuada higiene, cuando no se abre esta zona al bañarlas, y se favorece por el abuso de las toallitas con excesiva crema. Es importante insistir en la higiene adecuada con la apertura de los labios menores durante el baño y, si están parcialmente adheridos, mediante tracciones muy suaves. Posteriormente, se debe de colocar vaselina para evitar que se fusionen otra vez por contacto. Los casos más avanzados, suponen una membrana más dura requiriendo, en algunos casos, una intervención quirúrgica para liberar esta unión.

En el caso de los niños, se pueden dar casos de testículos ocultos o en ascensor, la llamada criptorquidia. Los testículos, durante el embarazo, se sitúan dentro de la cavidad abdominal. Cuando avanza la gestación se produce un descenso hasta la bolsa testicular. Pero, en ocasiones, este descenso no se completa y se queda en el canal de bajada, que es el canal inguinal. Durante un tiempo, se puede esperar en esta situación, pero no se puede hacer de forma indefinida puesto que el testículo, para mantener vitales los espermatozoides que contiene, necesita ciertas condiciones de temperatura que no se respetan en otras localizaciones diferentes a la de la bolsa escrotal. Por ello, antes del año de edad, hay que ponerse en contacto con el especialista, para que valore hasta qué momento es conveniente esperar. El primer paso, una vez que se valore que es una criptorquidia, es tratarlo mediante un derivado hormonal. En caso de fracasar este tratamiento, se recurrirá a la cirugía.