Está en

Niño | Educación | Primeras preguntas sobre el sexo

Primeras preguntas sobre el sexo Niño

Primeras preguntas sobre el sexo

Desde que nace, experimenta conductas sexuales. El contacto físico y las caricias son los primeros acercamientos del bebé con su sexualidad y forman parte del desarrollo sexual del niño. Trátalo con naturalidad, honestidad y cariño, respetando la edad y desarrollo del pequeño.

El desarrollo de la sexualidad humana empieza con el contacto físico, sobre todo cuando cogemos y acariciamos a los bebés. Esto es natural y tiene que suceder, no podemos privar a los bebés de estos contactos corporales, ya que tiene que ir construyendo una identidad sexual propia. Todo esto influirá posteriormente en el desarrollo de la personalidad y las relaciones afectivas.

 

La autoexploración, ¿es buena?

A partir de los dos años, los niños comienzan a explorar su cuerpo y empiezan a encontrar zonas más placenteras y recurren a ellas para calmar la tensión, la soledad, la intranquilidad, etcétera.

Aunque para los padres sean situaciones embarazosas, debemos entender que la masturbación es normal a esa edad y que no tienen el mismo componente sexual que para el adulto.

A través de la masturbación obtienen placer sexual mediante la manipulación directa de los genitales o rozándolos o frotándolos con otras superficies. La autoexploración es una experiencia fundamental para el conocimiento de su propio cuerpo.

Esta situación se estabiliza cuando los niños llegan a los tres o cinco años y luego va disminuyendo. Una vez que el niño se conoce y sabe quien es, esta autoexploración irá desapareciendo. A medida que crece, el mundo exterior va a proporcionarle diferentes elementos de estimulación o placer. Solamente adquirirá un carácter más sexual al llegar a la adolescencia.

 

¿Cómo debe ser la actitud de los padres?

La actitud de los padres ante estas situaciones ha de ser natural, no podemos castigarles ni regañarles. Si lo hacemos, haremos creer al niño que lo que está haciendo es malo y prohibido. No es así, debemos tratar de explicarles de una manera clara, sencilla que ese placer que siente forma parte de su intimidad, que es algo normal, pero que no puede hacerlo delante de los demás y que lo haga en su cuarto, con las medidas higiénicas correspondientes. Procuraremos, en ese momento, darle opciones para distraerlo y que la atención se dirija hacia otra actividad. Nos tenemos que adaptar y utilizar un vocabulario según la edad del niño para que pueda comprenderlo bien.

Este hábito no suele convertirse en un problema. Solamente si estas acciones repercuten o interfieren en su desarrollo y en sus interacciones sociales, llaman la atención, se producen irritaciones en la zona o dolor, debemos acudir al especialista.

 

¿Cómo y cuándo hablar con ellos?

La educación sexual es un proceso que dura toda la vida y la curiosidad varía según la edad y el grado de madurez del niño. Por ello, la actitud de los padres es de vital importancia. Los niños aprenden si el sexo es bonito, feo, correcto o incorrecto, según la actitud de sus padres.

Los padres son un modelo con sus actitudes y han de saber como hablar de sexualidad con sus hijos. Han de crear un ambiente positivo. Si el niño no pregunta, no significa que no quiera saber.

Los padres son los responsables de la educación de sus hijos, por tanto, de la educación sexual y han de intentar resolver todas las dudas que se les planteen.

Lo principal está en no mentir, en no evadir la pregunta y en no contestar más de lo que preguntan. En muchas situaciones tendemos a responder dando demasiada información y nos olvidamos de la edad que tiene el niño. El niño se va desarrollando poco a poco y más adelante necesitará información ampliable.

Es conveniente hablar de sexo desde el momento en el que el niño empiece a conocer su cuerpo y a nombrarlo. No utilicemos otros nombres. Hay que llamar a las cosas por su nombre. Si no lo hacemos solo crearemos confusión en ellos. No pueden existir tabúes.

Hablar abiertamente de sexualidad contribuirá positivamente a aumentar la intimidad y la afectividad entre padres e hijos.

No debemos hablar de sexualidad en cualquier situación. No forcemos situaciones. Dejemos que se conozcan y así conseguiremos que se interesen y pregunten.

En general, los niños empiezan a preguntar alrededor de los tres años que es cuando les empiezan a chocar determinados comportamientos.

 

Consejos muy útiles

  • Si está explorando su cuerpo no le regañes. Evita que vea la sexualidad como algo malo.
  • No recurras a mitos: la verdad es más interesante y evita confusiones.
  • Da siempre respuestas verdaderas y que pueda comprender.
  • Dale confianza para que siga preguntando. Si hace preguntas indiscretas y se las reprochamos, no volverá a preguntar.
  • No evites expresiones de cariño delante de los niños. Los niños han de ver normal los besos y caricias.
  • No esperes a hablar de sexo hasta la pubertad.
  • Educa en la igualdad de sexos: niños y niñas tienen las mismas tareas, ventajas, desventajas…
  • Transmite valores: tiene que entender que la sexualidad forma parte de un conjunto de sentimientos y afectos hacia uno mismo y hacia los demás.
  • Si no sabemos responder a algo, entre todos, padres e hijos, debemos buscar la respuesta.