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Cómo ayudarle con sus deberes Niño

Cómo ayudarle con sus deberes

El paso a la educación primaria suele acarrear una novedad desconocida hasta ese momento: hay que empezar a hacer deberes. Los padres pueden y deber ayudar a sus hijos.  

Cuando los padres se interesan por las tareas escolares todo va mejor. Una buena manera de motivar a nuestro hijo en sus estudios es estar pendiente de sus deberes desde el principio, ya que esta actitud generará en él más motivación a la hora de esforzarse.

Eso sí, no se trata de hacer los trabajos por ellos, sino de guiarles, según vayan avanzando; siempre adaptándonos a cada etapa y a la edad del niño. Cuando aún son pequeños, los padres pueden ayudarles a planificar la tarea, a valorarla, a perseverar... Es importante permanecer cerca de los pequeños mientras trabajan. A medida que se van haciendo mayores y más autónomos, conviene ir dejándolos solos, en su cuarto, pero acudiendo en su ayuda si la necesitan.

 

La cantidad justa

Los deberes no tendrían que impedir al niño disfrutar de un rato diario de diversión y descanso después de una larga jornada escolar. Las tareas encomendadas deben ser flexibles y respetar las diferencias individuales de los alumnos según su edad y ritmo de aprendizaje. Además, tienen que responder a una finalidad educativa y servir como complemento a las actividades del colegio, estimulando al niño para realizar de manera autónoma distintas tareas.

 

Pautas para obtener mejores resultados

  • Busca un sitio adecuado para hacer los deberes: nunca debemos improvisar el lugar ni permitir que el niño disponga de otras distracciones como la televisión.
  • Respeta los horarios: la prioridad siempre tienen que ser las tareas obligatorias y, después, los niños ya podrán dedicarse a otras actividades.
  • Fomenta que los niños aprendan a hacerse preguntas ellos solos, sin depender constantemente de que los adultos les “tomen la lección”.
  • Si ves que el niño se “atasca” con algo, hay que apoyarle y hacerle ver que aunque ahora no lo sepa, ya lo aprenderá. En estos casos, se debe informar al colegio de qué es en lo que falla el pequeño.
  • Cuando no sepas una respuesta, no te inventes la solución. Evidentemente, esto puede confundir más aún al niño.