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Espaldas rectas y sanas Niño

Espaldas rectas y sanas

Si tu hijo se queja de dolor de espalda, no dejes de vigilarle para no poner en riesgo su salud futura. Es importante que refuerce la musculatura de esta zona.

Los niños sedentarios, que deben soportar el peso de abarrotadas mochilas, que no tienen unos hábitos posturales adecuados o que realizan actividades físicas de forma errónea, son los principales candidatos a padecer problemas de espalda.

La columna vertebral y la musculatura de esta zona se están formando en el niño y, por lo tanto, es imprescindible corregir sus malos hábitos posturales antes de que se consoliden. 

Por otro lado, es muy importante acostumbrarle a realizar ejercicio físico de forma correcta y habitual. Con ello irá ejercitando y fortaleciendo la musculatura de la espalda. Y, por supuesto, no debemos olvidarnos de proporcionarles las cantidades recomendadas de calcio en la dieta, para que sus huesos estén fuertes.   

 

Torcida o curvada

Un maltrato de la columna puede provocar al niño:

  • Lordosis compensatoria: cuando el pequeño se inclina hacia atrás por el peso se puede producir un excesivo pronunciamiento de la curvatura lumbar de la columna.
  • Cifosis: la inclinación hacia delante puede hacer que los hombros se tuerzan y provocar una postura más redondeada en la parte superior. A su vez, el niño se ve forzado a levantar la cabeza para poder ver correctamente, con lo que los músculos de la columna y del cuello se ponen en tensión.  
  • Escoliosis: es una inclinación lateral de la columna cervical. Esto puede conllevar que un hombro esté más alto que otro y a que la cabeza no esté centrada con respecto a las caderas.

 

La mochila, en los dos hombros

Llevar la mochila en un solo hombro puede provocar escoliosis. Por eso, tenemos que enseñar a nuestros hijos que usen los dos tirantes, que deben ser anchos, acolchados y ajustables para adaptar la mochila a su estatura. Esta siempre debe quedar alta y pegada a la espalda, en su parte superior. Sin embargo, no tenemos que ajustar demasiado los tirantes, para que no presionen demasiado los músculos de la zona, ni interfieran en la circulación sanguínea. Además, es fundamental que el niño no cargue con demasiado peso. El peso de la mochila no debe superar el 10 por ciento de su peso corporal.

Se puede recurrir también a las mochilas con ruedas, pero hay que procurar cambiarlas de mano, para que no sea siempre el mismo brazo el que haga el esfuerzo de tirar de ellas.

 

Consejos de prevención

  • Fomenta que no se pase todo el día sentado y que realice ejercicio físico de manera habitual.
  • Enséñale a calentar los músculos antes de practicar deporte y a estirarlos al terminar.
  • Enseñále a que se siente lo más atrás posible en las sillas, con la espalda recta y los codos apoyados.
  • Colócale la pantalla del ordenador frente a sus ojos, a la altura de la cabeza, nunca ladeada.
  • Procura que se levante cuando está sentado cada 45-60 minutos, para así estirar las piernas y cambiar de postura.
  • Utiliza sillas y pupitres adecuados a su estatura y que sean regulables.
  • A la hora de dormir, procura que no lo haga boca abajo, sino de lado o boca arriba, y que el colchón sea de firmeza intermedia.