Para los niños son un alimento básico que les ayuda a desarrollarse física e intelectualmente; además, son fáciles de masticar y sus beneficios son innumerables. 

Desde el año de vida puedes incluir este tipo de alimentos a través de papillas leguminosas. En niños mayores es muy recomendable su ingesta, al menos, dos o tres veces por semana. Pero, ¿por qué se recomiendan? ¿Qué beneficios tienen para tu hijo?

Por cada 100 gramos de este alimento puedes encontrar hasta 400 calorías, que le darán a tu hijo una gran fuente de energía. Las lentejas, las habas y las legumbres son las que más proteínas contienen. Otro de sus componentes estrella; el hierro es indispensable para que tu hijo se encuentre con una gran fortaleza durante todo su largo día de actividades. Además, el hierro influye positivamente en su estado de ánimo y mejora el rendimiento escolar. Una legumbre contiene dos o tres veces más hierro que la carne. Los hidratos de carbono complejos (cuya absorción es más lenta que los simples), están presentes en hasta un 60 por ciento y el almidón es el componente mayoritario.

 

Grasas saludables

A pesar de las erróneas ideas, las legumbres contienen las denominas grasas saludables (de tipo insaturado), por lo que no comer legumbres para evitar los kilos de más no es acertado. Así, en la soja, una de las legumbres más de moda en la actualidad, el nivel de este tipo de grasa es de un 20 por ciento. Y es que las leguminosas son de los alimentos con el índice glucémico más bajo, por lo que son muy recomendables para los niños con problemas como la diabetes y el colesterol.

Otros componentes, que tienen menos presencia, pero que no dejan de darle beneficios nutricionales a las legumbres son el calcio, fundamental para el desarrollo óseo; el magnesio, beneficioso para el corazón; las vitaminas (B1, B2 y ácido fólico), que ayudan a mejorar el ánimo; el cinc, mejora el desarrollo inmunitario; el cobre, contribuye a la formación de glóbulos rojos y la fibra, que garantiza el correcto funcionamiento del intestino.