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La miel Alimentación

La miel

Es un producto casi perfecto, ya que además de este delicioso sabor, sus propiedades nutricionales y medicinales son muy diversas.

El trabajo casi extenuante de las abejas da lugar a este producto del que ya los antiguos griegos encontraron infinidad de propiedades. Y es que este alimento biológico está compuesto principalmente por azúcares (fructosa en un 38 por ciento; glucosa en un 31 por ciento y pequeñas cantidades de sacarosa). Esta composición, mayoritariamente de azúcares, convierte a la miel en una garantía de energía (330 calorías por cada 100 gramos) para superar la jornada.

Deportistas e, incluso personas con déficit de musculatura, pueden aprovecharse de las propiedades de la miel, que permite una alimentación muscular inmediata. En cuanto a las sales minerales, el potasio protege a tu familia, ya que es todo un bactericida. De hecho, en la antigüedad se usaba la miel como conservante de los alimentos. Otros elementos también presentes es el cloro, azufre, calcio, fósforo y magnesio. Las vitaminas de este producto A, C, D, E, K y del grupo B, aunque estas en pequeñas dosis, no se pierden forma rápida, muy al contrario, pueden conservarse durante largo tiempo.

 

Toma miel para…

  • El hígado: aumenta la cantidad de glucógeno es todo un protector del hígado.
  • Ante las afecciones respiratorias: tos, bronquitis, sinusitis, irritaciones de la garganta. En gárgaras, alivia la irritación de garganta, las amigdalitis y faringitis.
  • Para el corazón: aumenta el caudal de los vasos coronarios. Ahorra energías al corazón fatigado al facilitar sus contracciones.
  • Contra la fatiga: en casos de astenia y fatiga, la miel ayuda a recuperar el equilibrio.
  • Para favorecer la digestión: protege la flora intestinal gracias a su poder antiséptico. Además, por su suave acción laxante, es recomendada como sustitución del azúcar en caso de estreñimiento. Dos enzimas de la miel explican sus propiedades laxativas, (invertasa y amilasa).
  • Para el sistema óseo: la miel es recalcificante para los huesos y los dientes.
  • Para las heridas: por su acción antiséptica, es muy eficaz contra cualquier tipo de heridas gracias a su poder de regenerar las células.