La uva ha tenido por mucho tiempo mala fama debido a su valor calórico, pero es una fruta llena de propiedades beneficiosas, lo que la convierte en un gran alimento.

Es una de las frutas que cuenta con más azúcares; a pesar de estar compuesta por casi un 80 por ciento de agua. Los niveles de azúcar dependen de la variedad de la uva, pero están comprendidos entre un 13 y un 24 por ciento. Al tratarse de cantidades considerables, su consumo no está recomendado para niños diabéticos, por la posibilidad que aumente la tasa de azúcar en sangre.

 

Fuente de energía

Cien gramos de uvas aportan unas 60 calorías aproximadamente y en el caso de las uvas pasas, el aporte calórico se multiplica hasta alcanzar las 260, pero a pesar de ser una de las frutas que más engorda, su consumo está más que aconsejado, especialmente para los niños, porque les permite reponer la energía que los niños tienden a gastar a diario.

 

Rica en fibra

Entre los múltiples beneficios de la uva, hay que destacar también la presencia de vitaminas, minerales, antioxidantes (encargados de oxigenar a las células de la piel, retrasando así el envejecimiento), y un considerable contenido en fibra previniendo el estreñimiento.

Además, cuenta con propiedades inmunológicas, lo que permite aumentar las defensas frente a los virus externos previniendo los frecuentes resfriados que suelen tener los niños.

Si la piel de esta fruta cuenta con muchas propiedades, su interior también, por eso, aunque se tiende a quitar las pepitas características, especialmente a los niños por peligro de atragantamiento, es bueno saber que estas tienen propiedades muy beneficiosas, por eso, cuando el niño crezca será interesante enseñarle a comer la uva al completo, con su piel y sus pepitas.